Julio Gálvez
En el encantador reality show político de Hidalgo, los líderes han desatado una intrigante narrativa sobre el cambio democrático, atribuyéndolo más a los acuerdos de élites que al poder del voto popular.
Bajo esta perspectiva, el exgobernador Omar Fayad y su círculo cercano encerró a Menchaca en un relato donde la participación ciudadana parece ser solo una pieza decorativa en el rompecabezas del poder político, ya que ha hecho creer que el cambio democrático se dio porque Fayad traicionó al PRI e hizo acuerdos políticos para entregarle Hidalgo a Morena.
Sin embargo, detrás de este velo de ilusiones, la verdad asoma su rostro. Dos semanas antes de la elección de gobernador, la revocación de mandato de AMLO atrajo a una multitud de 400 mil votantes, mientras que para la elección de gobernador se contaron 600 mil votos.
¿Simple coincidencia o evidencia de la voluntad popular ejerciendo su derecho al voto?
Sin embargo, parece que Fayad ha tejido una trama tan elaborada que incluso ha sido recompensado con una embajada por su destreza en el arte del engaño político.
Pero la realidad es más clara que las sombras del engaño: la gente salió a votar y su voz debe ser respetada. Es hora de dejar atrás las viejas prácticas y abrir paso a un auténtico cambio, respetándose el voto de la gente, el cual siempre es aplastado por acuerdos políticos.
Sin embargo, entre las sombras de la política, los sindicatos corruptos controlados por la ex convicta Elba Esther Gordillo han sembrado la discordia, convenciendo a Menchaca de que el PANAL es una fuerza a tener en cuenta.
¿Pero a qué precio? Mientras los maestros, supuestos guardianes de la educación, están más preocupados por las candidaturas políticas que por abordar los problemas reales de Hidalgo, como lo es el bullying en aumento en las escuelas, por lo que la integridad del sistema democrático se ve amenazada.
Es hora de que la luz de la transparencia y la honestidad ilumine el oscuro juego político de Hidalgo donde los mismos de siempre buscan conservar sus privilegios dentro de Morena a través del gatopardismo, donde todo cambia para seguir igual.
En este orden de ideas, en una democracia donde existen contrapesos al poder, la voz del pueblo debería ser la guía suprema hacia un futuro mejor, no los acuerdos políticos, por lo que debe haber voto diferenciado en Hidalgo para que se demuestre que el pueblo manda.
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Pd. El suscriptor de este artículo redactó el documento de desaparición de poderes que presentó el Congreso de Hidalgo contra Omar Fayad en el 2018, el cual fue impulsado por el Diputado Víctor Guerrero (ya que se requería de un abogado constitucionalista), por la invasión de poderes que cometió, al avasallar al Poder Legislativo, cuando se presentó por primera vez el cambio democrático en Hidalgo.
Posteriormente Fayad traicionó al PRI y entregó Hidalgo, sabiendo que el cambio era inevitable, por lo que su gobierno fue el primer gobierno morenista en la entidad.
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