EL PODER DETRÁS DEL GRUPO HIDALGO

A simple vista uno podría llegar a la conclusión de que existe un grupo de políticos hidalguenses que han acumulado demasiado poder dentro del gabinete del Presidente Peña Nieto y que serán seria competencia del grupo Atlacomulto en las elecciones presidenciales de 2018; sin embargo, pocos saben como los hijos pródigos de Hidalgo, tejieron sus redes imaginarias de poder.
 

Evidentemente fue Jesús Murillo (apoyado por Don Jorge Rojo Lugo), el que comenzó con un proyecto de expansión, pero con el paso del tiempo y con la llegada del “Nuevo PRI” al poder, los políticos pertenecientes al grupo La Joya comenzaron a generar fracturas dentro de los distintos grupos políticos del tricolor, con la intención de ganar espacios a lo largo de todo el territorio hidalguense, de hecho generaron divisiones internas para afianzarse en el gobierno. 

La estrategia del “Nuevo PRI”, fue golpear al grupo Huichapan, al grupo Universidad y desprestigiar a los políticos de batalla de Jesús Murillo Karam, para sacarlos de la jugada. Durante este golpeteo, el gobierno de Miguel Ángel Osorio Chong, aprovecho la situación para remarcar las divisiones y encumbrarse en la política como la fuerza con mayor peso en el Estado de Hidalgo; es decir aplico la de la Napoleon: "Divide y Vencerás". 

Ante esta situación, el priísmo conservador, nunca se dio cuenta que los problemas entre grupos políticos fueron intencionalmente generados por el gobierno. El grupo huichapan, se hundió en la soberbia, lo dividieron olvidando de esta forma el capital político que Don Jorge Rojo Lugo formo en muchos años. En pocas palabras, los herederos del viejo PRI, no han podido sacar provecho de los políticos que se encuentran en las sombras, gracias a los falsos conflictos que el sistema auto-creo. 

Por lo anterior y ante el debilitamiento del grupo Huichapan, Jesús Murillo, ha tenido que recurrir a sus viejos dinosaurios, si no regresa el velociraptor al puestazo, imponen al compadre o al amigo (ahí están los Sepulveda impuestos en todos lo niveles del gobierno de Francisco Olvera), pero a fin de cuentas los ciudadanos siempre vemos a los mismos cartuchos quemados de siempre, mientras que por el otro lado, nos encontramos con Miguel Osorio, quién a pesar de que le ha dado oportunidad a los jóvenes, la capacidad de sus más cercanos colaboradores deja mucho que desear, ya que la mayoría de sus hombres más cercanos carecen de preparación y oficio político. Si el secretario de gobernación aspira a la Presidencia de la República, necesitará gente capaz, no hay punto de comparación entre los que se la viven en el agua y los colaboradores de sus rivales políticos que estudiaron en Harvard. 

Conforme a lo expuesto, podemos llegar a la conclusión de que por eso estamos como estamos... Los políticos menos preparados, los más corruptos son los que gobiernan el país, Como decía Nietzsche, la política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres, o por lo menos eso es lo que parece cuando observamos la calidad de nuestra clase política. 

El grupo Hidalgo no es lo que parece, existe una lucha interna por la Presidencia de la República y la gubernatura de este Estado, la cual dependerá de la permanencia en el gabinete federal tanto de Miguel Osorio como de Jesus Murillo, sino es que se adelantan los cambios por lo sucedido en Ayotzinapa, ya que el equipo de seguridad encabezado por hidalguenses de primera linea, se encuentra afectado la imagen de Enrique Peña Nieto, a demás de que las malas decisiones han colocado al país al borde del estallido social.

Desde el olvido
Alonso Quijano.