Por Carlos Betancourt
Es conocida la historia de Caín y Abel, ya que por envidia un hermano mata al otro, al ser rechazada por Dios su ofrenda. La interpretación literal queda explícita en el mismo libro: tomar la vida de un inocente es un crimen tan serio como causar la muerte de toda la humanidad, y salvar la vida de una sola persona es tan meritorio como hacerlo por todos los hombres.
A Marcelo Ebrad, lo ha traicionado Miguel Ángel Mancera y lo ha querido matar políticamente por unas llantas y unos fierros de la línea 12 del metro, por lo que los especialistas señalan que esa lucha tendrá como fin que el PRD pierda el gobierno del Distrito Federal y así el PRI, aprovechara para señalar que en el Partido de la Revolución Democrática existe mucha corrupción, sin embargo la ciudadanía sabe que los tricolores son como “el burro hablando de orejas”.
De igual forma, algunos analistas han señalado que con este “pleito ranchero”, han desviado la atención de lo sucedido con el “rey de la basura” por la red de prostitución que existe en el Distrito Federal y que como siempre "las autoridades no encontraron nada", sin embargo, lo más importante para el PRI es destruir a la izquierda y así poder mostrar una película de honestidad dentro del Revolucionario Institucional, pero la ciudadanía es sabia y ve con indiferencia a “la finura de nuestros políticos”.
Es lamentable la administración de Mancera, ha sido uno de los peores jefes de gobierno del Distrito Federal, esta demostrando ser más priísta que Peña Nieto.
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