Por Julio José Gálvez Mendez.
Columna publicada el 30 de noviembre de 2008.
Anhelo popular: ¡honestidad!, no solo por parte de los presidentes municipales, gobernadores o incluso hasta del presidente de la república, sino también de las autoridades tanto estatales como federales, senadores y diputados, en fin de toda la clase política y de todo servidor público, es necesario que entiendan de una vez por todas que el pueblo ya está harto de la corrupción, de la inseguridad, de la falta de oportunidades, de todo lo malo que sucede y que solo afecta a los más necesitados.
El peor de los canceres que pueden padecer los nuevos políticos es la corrupción, así como la falta de credibilidad por parte de los mexicanos, quienes ya no confían en nadie ni siquiera en los policías.
Los políticos saben que tienen y deben de aliarse al mejor postor o dejar de existir, ya que el poder y el dinero van de la mano, y mueven todo, por eso muchos dicen que es mejor estar del lado donde haya más seguridad en cuanto a mantener su posición y clase política.
Lo que sí es seguro es que los mexicanos están hartos de tantos problemas, de tanta inseguridad, falta de empleo, crisis económica, así como muchos problemas más que cada vez se hacen más grandes y que día con día son más difíciles de soportar, y para colmo de nuevos políticos que solo se preocupan por su propio bienestar dejan a un lado el trabajo para hacer crecer su bolsillo y el de su familia, para no quedarse sin poder.
¡Ya basta de tanta corrupción!, el hartazgo de la ciudadanía por tanta política es difícil de ocultar, cada vez se exige más “trabajo y obra en favor de los pobres mexicanos”, solo se pide honestidad, y que en vez de que al finalizar un mandato salgan millonarios, rindan un verdadero informe de lo que se ganan honestamente, aunque en estos días eso se ve cada vez más difícil.
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