Tras la imposición de varios candidatos del PRI a presidentes municipales y diputados, el Revolucionario Institucional se esta auto-fracturando internamente, como sucedió con las designaciones de Arturo Gil Borja en Mineral de la Reforma, Edith Avilés Cano en Actopan y Mirna Hernández Morales en Pachuca.
Lo anterior viene al caso, ya que durante el proceso de selección de algunos pre-candidatos, el PRI-Hidalgo no le avisó al Gobernador del Estado la decisión tomada en las cloacas de la Secretaría de Gobernachong, por lo que el madruguete le generará fracturas a Omar Fayad en algunos municipios durante su campaña política, en virtud de que varios aspirantes que se quedaron en el camino apoyaron al ungido del Partido Revolucionario Institucional.
Ante esta situación es importante que recordemos el pasado y como algunos políticos pertenecientes al "grupo Villagrán", comenzaron a generar fracturas dentro de los distintos grupos políticos del tricolor con la intención de ganar espacios a lo largo de todo el territorio hidalguense, por lo que crearon divisiones internas para afianzarse en el gobierno, ejecutando una estrategia política basada en la traición.
Por ejemplo, dentro del grupo universidad, en su momento le generaron conflictos internos a Gerardo Sosa Castelán; dentro del grupo Huichapan, generaron diversas problemáticas que terminaron por desgastar las relaciones de los Rojo con el actual gobernador Francisco Olvera Ruiz; al ex gobernador Manuel Ángel Núñez Soto, le retiraron posiciones políticas para debilitarlo; a los colaboradores más cercanos de Jesús Murillo, los convencieron para que estos se "cambiaran de bando", de hecho desde lo más alto del gobierno osorista planearon la derrota electoral del ex procurador Murillo cuando fue candidato a Senador, perdiendo la elección con el perredista José Guadarrama Márquez, ó por lo menos así lo celebraron en cuarto piso en aquel momento como ahora celebran en Bucareli lo de Ayotzinapa.
Hoy en día, la estrategia del grupo en el poder, sigue siendo la misma, simularan y le darán juego a todos los grupos en los distintos municipios del estado, para después generar las fracturas como lo hicieron con Olvera y como lo están haciendo en el proceso de selección de candidatos del PRI, a través de la secuestrada dirigencia estatal que sigue ordenes directas de la misma oficina en donde se orquesto la #LeyFayad.
El resultado de esta política de divisiones lanzada desde el inframundo tiene un objetivo muy claro, amarrarle las manos a Omar Fayad, para entregarle un estado dividido y fracturado, donde el futuro gobernador (si gana la elección) no podrá actuar libremente, sino pregúntenle a Olvera ó incluso al mismo Presidente Enrique Peña Nieto.
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