Por Alonso Quijano.
El pasado lunes 5 de septiembre de 2016, Omar Fayad Meneses, rindió protesta como nuevo Gobernador del Estado de Hidalgo para el periodo 2016-2022, ante el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong y los 30 integrantes del pleno de la 63 Legislatura local.
En el acto, Fayad anunció que uno de sus principales retos es acabar con la corrupción, por lo que aplicará desde el inicio de su gestión una política de "tolerancia cero" que, subrayó, consistirá en evitar que se paguen diezmos y moches, además de que "invitó a la ciudadanía a realizar denuncias ciudadanas para exponer los actos de corrupción de los funcionarios públicos".
Destacó que en los primeros días de su gobierno creará el Sistema Estatal Anticorrupción para prevenir, detectar y sancionar ese fenómeno. “Este gobierno tendrá mano firme para enfrentar este problema que tanto aqueja a México”, dijo Fayad en su discurso.
Por lo anterior, es de reconocerse que el nuevo gobernador de Hidalgo llega con un discurso convincente, pero ojalá sea verdad y cumpla lo que dice, ya que a todos los hidalguenses nos conviene que le vaya bien; sin embargo, el nuevo gobierno chocará con la realidad ilegal que le hereda la administración anterior, toda vez que viene muy mal la furtiva entrega de notarias ilícitas del Gobernador saliente, tema de urgente corrección (pues se trata de una modalidad de corrupción).
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