Alonso Quijano
Después de que salieran a la luz varias fotografías de Juan Pablo Penilla Rodríguez, asesor jurídico de Ismael “El Mayo” Zambada, con figuras de Morena, el partido guinda se apresuró a negar cualquier vínculo con él en la campaña presidencial de 2024. Morena, que últimamente parece especializarse en el arte de la negación estratégica, aseguró la noche del sábado que Penilla Rodríguez no forma ni formará parte del equipo de trabajo del partido, pese a sus evidentes conexiones con algunos de sus miembros.
El abogado, conocido por su cercanía con el líder del Cártel de Sinaloa, no solo ha sido captado en eventos con morenistas, sino que en 2023 incluso fue reconocido en la Cámara de Diputados como “Embajador Internacional por la Paz”, un título que, considerando su perfil, suena casi a broma de mal gusto. En aquella ocasión, el reconocimiento no pareció despertar sospechas, pero ahora, con su nombre en la palestra, Morena ha decidido marcar distancia a toda velocidad.
Este nuevo escándalo pone nuevamente a Morena bajo el escrutinio público, dejando preguntas en el aire sobre la selección de sus aliados y el nivel de revisión que aplican a quienes se les acercan. Aunque el partido ha rechazado su participación en la campaña de 2024, el hecho de que un abogado con estas conexiones haya circulado con tanta libertad entre figuras del partido y dentro del Congreso no deja de levantar cejas.
