8 de diciembre de 2025
La captura del exgobernador César Duarte marca un nuevo episodio en la larga saga judicial que ha acompañado su nombre desde que dejó el poder en Chihuahua. La Secretaría de Seguridad, bajo la dirección de Omar García Harfuch, ejecutó la orden de aprehensión por presunto lavado de dinero, una investigación federal vinculada a desvíos del erario estatal. Aunque la orden existía desde mayo de 2024, el principio de especialidad —derivado de su extradición desde Estados Unidos en 2022— impedía detenerlo sin autorización expresa del gobierno norteamericano. Ese permiso llegó finalmente este año, lo que permitió su captura en Chihuahua y su traslado inmediato al penal del Altiplano.
El caso, según Reforma, no guarda relación con el expediente archivado en 2018 sobre Banco Progreso Chihuahua y se suma a una lista ya extensa de procesos en su contra. Duarte enfrenta así su tercera causa penal, luego de las vinculaciones por peculado y asociación delictuosa dictadas en 2023. En los próximos días será presentado ante un juez en Almoloya de Juárez, donde se definirá su situación jurídica en una audiencia que podría abrir un nuevo capítulo en el historial de corrupción de exmandatarios estatales en México.
