Editorial
El pasado lunes 18 de
marzo de 2013, el Presidente Enrique Peña Nieto, presento al Congreso una
iniciativa en materia de telecomunicaciones en la que se contempla la apertura
de dos nuevos canales de televisión abierta. Según algunos analistas esta
medida servirá para salir del letargo cultural en el que se encuentra México,
ya que las actuales televisoras solo han utilizado el espacio radioeléctrico
para manipular mentalmente a los mexicanos, pero aunque los medios digan que la
reforma es maravillosa, la realidad es que continuaremos igual o peor, el poder
de la televisión continuara en las mismas manos que tienen a México hundido en
la ignorancia.
¿Estimado lector,
usted cree que la nueva reforma a la ley de Telecomunicaciones en verdad mejore
las condiciones culturales de México? Evidentemente no, la solución de los
problemas de nuestro país no se encuentra reformando leyes, más bien se deberían
de crear mecanismos de control, para que los políticos no utilicen las reformas
para satisfacer sus necesidades personales.
Ojalá y que esta
iniciativa en verdad contribuya para mejorar la educación, ya que lo que se
transmite por televisión en la actualidad es puro programa chatarra. La reforma
debe permitir que la libertad de expresión crezca y que se saque al país de ese
gran hoyo negro de la ignorancia.
Diferentes analistas
han señalado que es esta reforma es una esperanza, por ejemplo Purificación Carpinteyro, diputada
federal del PRD, dijo: "Estamos próximos a ser libres, a romper los
grilletes que nos mantienen en la esclavitud", pero los mexicanos no
creemos en nuestros políticos, al parecer quieren que creamos que la cultura
mejorara desde la televisión, para una vez más manipularnos mentalmente.