Editorial
Es escalofriante la revelación de
la UNICEF y el CONEVAL, al señalar que la niñez mexicana tiene el rostro de la
pobreza, ya que el 42% de nuestros menores viven marginados, es decir 7 de cada
10 niños nacen en pobreza extrema y no sabrán lo que es ir a una universidad. Así
mismo transparencia mexicana ha señalado que México es el segundo país más
corrupto del mundo, policías, políticos, partidos, medios de comunicación,
legisladores federales, diputados locales y presidentes municipales, tienen
dinero de sobra.
En cambio un niño indígena con lo
único que cuenta es con el amor de sus padres, ya que es lamentable el panorama
en el que vive la niñez mexicana, en las comunidades pobres las moscas pasan
por sus rostros, pero sin embargo Rosario Robles, se jacta de que iniciara la
cruzada contra el hambre, pero todos dicen que es de tipo electorero, porque en
realidad ella nunca ha sufrido esa marginación, solo basta recordar los sucesos
bochornosos de las ligas con Carlos Ahumada.
Es alarmante la insensibilidad de nuestros
políticos, con una despensa piensan combatir a la pobreza cuando todos sabemos
que la Cruzada Contra el Hambre no es más que Monex recargado. Rosario Robles,
política de múltiples partidos y lealtades, de la noche a la mañana se
convirtió en la salvadora de todos lo pobres.
Ante tanto golpe mediático, los
ciudadanos siguen esperando esas políticas sociales que tanto prometió el PRI,
porque las estadísticas van y vienen, y al parecer seguimos igual o peor que
con Felipe Calderón. Hoy ya nadie cree en la justicia social y nuestra
alarmante realidad la quieren tapar con puros chupacabras.
Aunque los medios internacionales
alaben al presidente, los niños mexicanos no dicen lo mismo, ni tampoco los
políticos mexicanos, porque a ellos solo les interesa el puesto que sigue y los
negocios que están por venir, por su falsedad nadie cree en la cruzada contra el hambre cuando las elecciones se acercan.