Editorial
Según algunos líderes de opinión, la propuesta del PAN de crear una comisión nacional anticorrupción en las 32 entidades federativas, es indispensable para enfrentar uno de los cánceres que pudre a México, ya que en todos los niveles y áreas, se respira una gran pérdida de valores humanos: El policía que quita una placa, el maestro que pide un “moche” para pasar al alumno, el burócrata que condiciona al ciudadano para que el trámite sea más rápido, el político financiero que pide el diezmo para licitar una obra y los medios de comunicación que distorsionan la realidad para mantener a la población bajo el control de los políticos.
Se debe mencionar que la comisión anticorrupción que propone el partido Acción Nacional tendría la función de vigilar al poder ejecutivo, legislativo, judicial y a los órganos autónomos que funcionan en el país, por lo que contara con un tribunal Federal de Responsabilidades Administrativas para que se persigan actos de corrupción.
Lo que buscaría esta comisión anticorrupción es la oportunidad histórica de enfrentar este gran problema que existe en México y que tiene sumido a gran parte de su población sobre todo a personajes que están dentro del gobierno. Asimismo, esa institución deberá enfrentar grandes retos, ya que con la reforma energética las transnacionales extranjeras buscarán a toda costa convertirse en poderes fácticos comprando voluntades en todas las esferas sociales.
Independientemente de lo anterior, el Partido Acción Nacional, es el menos indicado para hablar de corrupción, ya que en los últimos meses se ha evidenciado que el PAN es de los partidos más corruptos de México, el caso Oceanografía a donde Gustavo Madero esta metido hasta las manitas, el escándalo de los moches, el caso de los diputables e infinidad de eventos bochornosos, son la prueba de que los pitufos azules son los que menos calidad moral tienen para hablar de buenas acciones.
Conforme a lo anterior, estimados lectores, podemos llegar a la conclusión de que México es un país inundado de corrupción, sin embargo, la educación es la única esperanza con la que contamos los mexicanos, ya que aunque se cree la comisión nacional anticorrupción y sean sancionados decenas de funcionarios públicos, el fondo del problema es cultural, de nada servirá esta institución cuando nuestra sociedad esta podrida desde la raíz.
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