Abundan improvisados, tetracarbonatos, no hablan el idioma de los necesitados.
Por Julio José Gálvez Mendez.
Columna publicada el 2 de enero de 2005.
En los candidatos a diputados federales, abundan los improvisados, los “tetracarbonatos”, pero lo más delicado de los abanderados es que “ni siquiera hablan el idioma de los más necesitados”, por lo que los soberbios candidatos a legisladores federales, “pasaran sin pena ni gloria”, como dice la ciudadanía: “pasan con pena, cero gloria”. Las campañas de los políticos serán como en otros tiempos: “frías”, ningún partido se salvara de ese ambiente gélido, parece que serán campañas en el polo norte.
Los candidatos en lugar de hablar sobre las necesidades de los ciudadanos, comentan su gran tristeza en cuanto a temas que a la ciudadanía no le interesan.
Cuando la situación se encuentra tan mal para la población con lo escaso de los frijoles, la medicina, personas que no tienen techo donde dormir, las rentas están carísimas, pero no mientras los políticos reciben sus bonos de más de 370 mil pesos, el pueblo como siempre sigue luchando contra la extrema pobreza.
Para los políticos su única preocupación, es buscar y tener más grandes fortunas. Hay quienes incluso afirman que los políticos son los mismo de siempre, durante varios sexenios, no se les han dado oportunidades a nuevos pensamientos, solo sean gambusinos, encontrar para buscar las vetas de oro, plata y platino, para que sean cada vez más ricos y el pueblo más pobre.
A lo largo de la historia, esta siempre es la misma los de arriba explotan a los de abajo y a los de más abajo, hasta acabar con lo poco que les queda, y no se diga con el alza del salario, que no alcanza ni para mal comer, en estos días ya no alcanza ni para comprar un kilo de frijoles y un kilo de tortillas, hoy en día la comida básica del pobre pareciera que se ha convertido en comida de ricos, cada vez es más cara.
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