Por Albertina Mancilla.
Después del escándalo desatado por la casa blanca de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, The Wall Street Journal de Estados Unidos, dio a conocer que el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, también adquirió una casa en Maninalco, Estado de México, a través de la misma constructora “Higa”, que le vendió la casa de Las Lomas a la esposa del Presidente de la República.
Es importante mencionarse que dicha propiedad fue adquirida bajo las mismas condiciones hipotecarias, tal y como adquirió su propiedad la esposa del presidente de México. Este nuevo escándalo, sin duda alguna se ha convertido en un escándalo político que traerá como consecuencia la pérdida de votos en 2015 de los priistas.
El silencio del pueblo muchas veces es más contundente que los ruidos que se empiezan a escuchar de los aspirantes a diputados, que viendo la miseria en la que vive la población con esas riquezas demuestran el desprecio total que le tienen al pueblo, por eso al mostrar esas grandes, costosísimas y lujosas propiedades se observa el derroche de la clase política, con el cual siembran el repudio de la ciudadanía.
Así las grandes familias sagradas, dejan un saco con muchos agujeros, primero por derrochar a manos llenas construyendo grandes mansiones, y en estas fechas gastando sus aguinaldos en viajes y grandes lujos, celebrando las noches decembrinas con finas y carísimas botellas de champaña y caviar.
Tomando en cuenta que el secretario de hacienda no ve, con los mismos ojos la pobreza, la caída del peso y el aumento del dólar el cual se encuentra en su más alto nivel, un precio que no se había visto nunca.
Con este desastre político seguramente las elecciones serán de lo más desairado de la historia, pero eso si se deben buscar candidatos que tengan una buena imagen y sobre todo que tengan ascendencia con el pueblo, que inspiren confianza y no la eterna desconfianza.
Los partidos políticos deben dar seguridad porque en México, la soberbia no los deja mirar el piso que se encuentra bajo sus pies. Es ridículo que estando el pueblo con tanta injusticia como lo sucedido en Ayotzinapa, se demuestren las grandes riquezas de los políticos a un México hambriento.
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