Por María Albertina Mancilla.
A través de redes sociales se ha comentado que la nueva estatua de la CTM, es un monumento a la corrupción y al nuevo pero viejo PRI, ya que Joaquín Gambo Pascoe, siendo el líder de la confederación de trabajadores de México, se autoelogio con una estatua de bronce, ordenando que se retiraran los bustos de los anteriores secretarios generales como Fidel Velázquez y Leonardo Rodríguez Alcaine.
Este acontecimiento ocasiono severas críticas y descontento por parte de los mismos trabajadores de dicha confederación, quienes señalaron que son los mismos rituales que se utilizaron en un pasado en el que el país había sido gobernado 80 años por priistas, tiempo en el que las decisiones que tomaron los líderes de esa época no llevaron a ningún cambio positivo, por lo que en la actualidad solo se ve la soberbia, corrupción y sobre todo la frivolidad de líderes no solo como Gamboa Pascoe, sino como Romero deschamps, Elba Esther Gordillo, y otros muchos altos funcionarios que solo han saqueado a México, así como a sus agremiados.
Por su parte hay quienes dicen que la estatua devela actos de corrupción que solo dejan traslucir la grandeza con la que vive el líder de la CTM, quien hace algún tiempo señalo que “él no nació para ser pobre”, por supuesto que con dicha estatua demuestra el poder y el dinero que tiene, demostrando también que el nuevo PRI nunca ha cambiado, sino que más bien el viejo PRI regresó fortalecido.
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