Por Pablo Fernando Ruiz Gálvez.
¡Pusilanime debut!, con esta expresión se traduce lo que fue el primer juego de la selección mexicana en esta Copa America, que no pudo pasar del empate frente a uno de los combinados mas asequibles de esta competición, Bolivia, donde los inoperantes jugadores a las ordenes del “piojo” verde (Miguel Herrera) no pudieron siquiera perforar la meta rival.
Previamente el entrenador en días pasados, había dado la lista de convocados que serian los elegidos para participar en dicho torneo, que en su mayoría juegan en la mediocre Liga MX, junto con algunos retoques “europeos” como la presencia de Marquez o el “recatito” Corona.
En esos días, el “piojo” verde, que como antes de encarar el mundial de Brasil y con sus habituales discursos sobrados de optimismo y triunfalismo, manifestó lo siguiente: “Vamos a darle un susto a varios porque este equipo está diseñado para llegar a la Final y así vamos a jugar todas las instancias tratando de cambiar la imagen del fiasco que fue en Argentina 2011”.
Posteriormente llegaría el partido de despedida ante Guatemala, un rival que no exigió nada y se le gano. Después pasaron por Peru, donde los “piojitos” verdes empataron ante un rival que los domino en los primeros 45 minutos y, por ultimo llegaría el partido de preparación ante uno de los favoritos a ganar la Copa, Brasil, que sin hacer recurso del “jogo” bonito que al parecer ya es cuestión devaluada, perforo dos veces el arco mexicano.
Sin embargo, el primer compromiso del “temible” equipo mexicano, que metería muchos “sustos” a los rivales, resulto ser un encuentro muy por debajo de las expectativas, tomando en cuenta el bajo nivel de esta selección boliviana y los incontables errores de México, sobre todo por la falta de conexión y contundencia de la que tanto pone de pretexto Miguel Herrera cuando sus delanteros no son capaces de anotar.
Bolivia estuvo a nada de abrir el marcador en dos ocasiones durante la primera mitad, la más clara que acabo golpeando el poste derecho de Jesús Corona, ante un total desconcierto de los mexicanos que no sabían cómo cambiar el rumbo del partido.
La parte complementaria de principio no cambio mucho, pese a las incorporaciones de Raúl Jiménez y Javier Aquino, siendo el primero quien increíblemente desperdiciaría una gran oportunidad de rematar un gol que estaba cantado.
La recta final del partido y ya con la entrada tardía de Luis Montes, fue la búsqueda a la desesperada de ganar los tres puntos, donde incluso comenzaron los reclamos hacia el arbitraje por parte del “piojo” verde de posibles penaltis no señalados, que para el técnico siempre han sido motivos para culpar a otros de lo que sus jugadores dejan de hacer en la cancha.
En fin, un lamentable debut de Mexico, que quien sabe si vaya a mostrar una imagen diferente frente a los anfitriones chilenos, porque con el futbol que han mostrado recientemente, lejos de “asustar” a los rivales, están mas cerca de completar otro ridículo como el que paso en Argentina en el 2011.
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