Que con qué paga su vida; con qué come, desayuna y se transporta. Cómo es posible que un hombre que no ha “trabajado” en los últimos años pueda sobrevivir. Que su declaración 3 de 3 es una mentira, que con qué dinero, que no tiene bienes. Que cómo mantiene a su niño pequeño que ya no es tan pequeño. Que cómo es posible. Que es inaudito. Que es poco ético. Argumentos poco inteligentes que han implantado Televisa y el PRI en la mente de una sociedad teledirigida, poco informada, que copia lo que mira al más puro estilo del "Homo Videns" de Giovanni Sartori.
Todos los días hay alguien en la prensa oficial y en las redes sociales que dice que Andrés Manuel López Obrador es un peligro para México. Escriben, hablan y mencionan que López Obrador no debe llegar a la Presidencia de la República porque México acabaría como Venezuela. Todos los días dicen eso, “argumentan” y gritan frente a las cámaras de televisión tratando de que la masa piense lo mismo que ellos; sin embargo AMLO ha ido convenciendo a la población de lo contrario gracias a los desaciertos y a la corrupción del gobierno actual.
Todos los días hay alguien en la prensa oficial y en las redes sociales que dice que Andrés Manuel López Obrador es un peligro para México. Escriben, hablan y mencionan que López Obrador no debe llegar a la Presidencia de la República porque México acabaría como Venezuela. Todos los días dicen eso, “argumentan” y gritan frente a las cámaras de televisión tratando de que la masa piense lo mismo que ellos; sin embargo AMLO ha ido convenciendo a la población de lo contrario gracias a los desaciertos y a la corrupción del gobierno actual.
Sin embargo, una vez más los medios de comunicación intentarán manipular mentalmente a la ciudadanía, a través de los líderes de opinión y la prensa oficial, para lograr que la masa teledirigida crea lo que ellos dicen a través de las fake news en las redes sociales.
¿Por qué tanto odio hacia López Obrador? ¿Por qué tanta fijación hacia él? ¿Por qué tanto encono y rabia?
Faltan tres meses para la próxima elección presidencial. Enrique Peña Nieto ha sido un fracaso como Presidente. El producto fabricado en Televisa y apoyado por quienes se sienten dueños del país se ha convertido en un títere que solo posa para las fotografías oficiales. Es un ente políticamente muerto que aún no termina de morir. Y el contexto es poco alentador: una crisis económica que día a día manda a la pobreza a más mexicanos; una crisis de credibilidad; una crisis de humanidad. Una crisis de valores. México en un despeñadero que comenzó con Felipe Calderón y que, aún hoy, no termina de llegar al fondo del abismo, falta que se dé el porrazo doloroso y letal. El golpe cuando se tope con el suelo.
¿Por qué atacar a López Obrador con ese encono que no se había visto desde 2006?
Para nadie es un misterio que México tiene dueños. Y esos dueños hacen y deshacen a su antojo. Así ha sucedido desde hace mucho, muchísimo tiempo. Dueños del país, poderes fácticos que se enriquecen a costa del pueblo y de las leyes para construir monopolios. Dueños del país que piensan que la gente no debe decidir quién debe gobernar. Dueños del país que se asustan si alguien los critica. Ahí, en realidad, radica el encono de esos dueños del país hacia López Obrador. No soportan que alguien diga que México tiene dueños y que se les va a acabar la propiedad porque la ciudadanía es la que manda, no los poquitos que están arriba viviendo cómodamente gracias a la corrupción y no al mérito.
Sin embargo, el miedo que sienten los dueños del país hoy se mide por encuestas y Andrés Manuel López Obrador, es el personaje que mayor aceptación tiene entre los mexicanos para ganar la elección presidencial de 2018. Y es que, esos cuentos que iniciaron antes de 2006, donde ponían a AMLO como un peligro para México, lentamente se han derrumbado junto con el gobierno de Peña Nieto, y muchos ya se dieron cuenta que AMLO no es un peligro, que el verdadero peligro es que continúen esos que han enviado a nuestro país al abismo.
Ante este panorama, es de llamar poderosamente la atención que las campañas electorales hayan iniciado con una oleada de guerra sucia en redes sociales como un acto de desesperación de los partidos que van muy abajo en las encuestas.
Sin embargo, el miedo que sienten los dueños del país hoy se mide por encuestas y Andrés Manuel López Obrador, es el personaje que mayor aceptación tiene entre los mexicanos para ganar la elección presidencial de 2018. Y es que, esos cuentos que iniciaron antes de 2006, donde ponían a AMLO como un peligro para México, lentamente se han derrumbado junto con el gobierno de Peña Nieto, y muchos ya se dieron cuenta que AMLO no es un peligro, que el verdadero peligro es que continúen esos que han enviado a nuestro país al abismo.
Ante este panorama, es de llamar poderosamente la atención que las campañas electorales hayan iniciado con una oleada de guerra sucia en redes sociales como un acto de desesperación de los partidos que van muy abajo en las encuestas.
Tenemos al PRI y al PAN en una insistente campaña en contra de López Obrador que también incluye bots y publicidad encubierta en redes. Sin embargo, si un creciente número de ciudadanos estamos hartos de la clase política y no nos sentimos representados por ella, ¿qué se pensará al ver a toda esta clase agrupada en contra de un candidato?
Pues que el argumento de la mafia del poder de AMLO es real y verán al candidato de MORENA como la única opción de cambio que existe en las próximas elecciones como diversos medios internacionales lo han evidenciado, ya que no sólo se trata de la guerra sucia, sino de la insistencia. Incluso pareciera que se están jugando todas sus cartas, que están poniendo toda la carne en el asador. Y tanto en la política como en las relaciones sentimentales, quien insiste demasiado pierde su atractivo.
Pues que el argumento de la mafia del poder de AMLO es real y verán al candidato de MORENA como la única opción de cambio que existe en las próximas elecciones como diversos medios internacionales lo han evidenciado, ya que no sólo se trata de la guerra sucia, sino de la insistencia. Incluso pareciera que se están jugando todas sus cartas, que están poniendo toda la carne en el asador. Y tanto en la política como en las relaciones sentimentales, quien insiste demasiado pierde su atractivo.
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