Clara Samayoa.
14 de agosto de 2020.
Retomando un poco la historia… El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó la gubernatura en el año del 2016, pero hay que recordar que perdió casi la mitad de los municipios donde actualmente gobierna, y una tercera parte de sus escaños en el Congreso local, donde ganó carro completo en los comicios anteriores.
En el proceso electoral de 2011, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) obtuvo 42 alcaldías en Hidalgo, 33 solo y nueve en conjunto con los partidos Verde Ecologista de México y Nueva Alianza. Hoy gobierna 50 por ciento de los 84 municipios que integran al Estado. Pero en las votaciones de junio de 2016, el PRI sólo ganó 23 demarcaciones, 54.7 por ciento de las que obtuvo cuatro años antes (los periodos de los actuales alcaldes se establecieron en cuatro años y siete meses, para empatar las elecciones federales con las de gobernador y presidencias municipales).
A este panorama se le agrega que en 2016 el PRI perdió cuatro de las ciudades más importantes de la entidad. Pachuca y, su municipio conurbado, Mineral de la Reforma, quienes fueron gobernados por el Partido Acción Nacional (PAN). El Partido Encuentro Social (PES) le arrebató Huejutla y Actopan. Además, si bien el PRI retuvo el gobierno de Tula, el PAN y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) impugnaron ese resultado.
El PAN y el PRD ganaron 16 alcaldías cada uno, con lo que crecieron 100 por ciento, pues en 2011, panistas y perredistas triunfaron en ocho alcaldías. En ese contexto, Tlanalapa se convirtió en el primer municipio de Hidalgo donde gobernara un candidato independiente, Francisco Javier Hernández. Asimismo, Chilcuautla fue la única demarcación que ganó el partido Morena en esa contienda.
En cuanto a diputados, el PRI ganó 12 de los 18 distritos de mayoría relativa, cuando en el proceso anterior de 2013 se llevó carro completo. El PAN ganó por primera vez el distrito con sede en Ixmiquilpan, al igual que los correspondientes a Pachuca, Huichapan y Mineral de la Reforma. De igual manera, el PES ganó la diputación por Huejutla, y el PRD la de Zimapán.
Entre los municipios del Estado de Hidalgo que el PRI quiere recuperar se encuentran Pachuca, que como decía Napoleón “bien vale una misa”, además de Tulancingo, Mineral de la Reforma y Actopan. Por ello, desde meses atrás han venido haciendo la labor de entrega de despensas a los ciudadanos, principalmente a los del campo, a quienes dicen les han pedido su credencial de elector para comprar su voto. Esto, mucho antes de la elección que será el próximo 18 de octubre, lo que significa una gran erogación de millones de pesos al erario. Sin embargo, también han beneficiado a los delegados electorales, mediante varios “regalazos de millones de pesos”. Por ello, vale la pena entregar en pro, las presidencias municipales.
Al igual que la oposición en el Estado, los mismos priistas y la ciudadanía lo dicen, “Todos o casi todos, están vendidos”. Algunos ciudadanos preguntan ¿Será cierto que le deben tanto de agua a Cassim?, cada mes se paga el recibo y no hay agua… ¡A dónde irá a parar ese dinero!
En Pachuca, quien ya se registró fue Benjamín Rico Moreno, quien es amigo y ex colaborador de Omar Fayad, ya que cuando fue Presidente Municipal y Secretario de Obras Públicas del municipio, dicen que Fayad fue quien lo puso en Fundación Colosio, en ese tiempo “fue cuando tuvo un hermano que se fugó del Cerezo de Pachuca”.
Los priistas y no priistas están molestos, porque dicen que hay personas con gran valía y carrera política, pero Benjamín Rico, él es el del “Dedazo Divino” y todo parece indicar que irá en contra del cantante, Francisco Xavier. PRI, “para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo”.
A la presidencia de Pachuca “bien le vale”, no le importa la pandemia y que el semáforo esté en rojo, lo que quiere el PRI es que sus candidatos sean los elegidos y no se pierda este “BASTIÓN PRIISTA”, aunque la gente esté “decepcionada” de ese partido.
A la presidencia de Pachuca “bien le vale”, no le importa la pandemia y que el semáforo esté en rojo, lo que quiere el PRI es que sus candidatos sean los elegidos y no se pierda este “BASTIÓN PRIISTA”, aunque la gente esté “decepcionada” de ese partido.
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