La ciudad de El Fasher, en la región de Darfur, Sudán, enfrenta una de las peores tragedias humanitarias de los últimos años. De acuerdo con informes de la ONU y organizaciones de derechos humanos, cientos de civiles han sido asesinados tras una ofensiva de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) contra zonas residenciales.
Testigos aseguran que los paramilitares incendiaron barrios completos y ejecutaron a personas que intentaban huir. La situación se ha agravado debido al bloqueo de alimentos, agua y medicinas, dejando a miles de familias atrapadas sin recursos básicos.
Las FAR, responsables de múltiples abusos desde el inicio del conflicto en 2023, mantienen enfrentamientos directos con el Ejército Nacional de Sudán. Expertos señalan que el control de El Fasher tiene un valor estratégico en la guerra interna que ha desatado una de las peores crisis humanitarias del mundo.
Organismos internacionales exigen una investigación urgente por crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos, mientras la comunidad internacional debate posibles sanciones.
Miles de desplazados buscan refugio en países vecinos, en medio de una escalada de violencia que amenaza con extenderse a otras regiones del país.
