MÉXICO, UN PAÍS DE LÍDERES "FALSOS"

Editorial

Para bien o para mal, solo la historia juzgará a los políticos que intervinieron en la aprobación de la reforma energética; solo con el paso del tiempo los mexicanos nos daremos cuenta de la falsedad del discurso modernizador priísta que toda la vida ha mareado a los ciudadanos. Cuando estemos en la miseria, el pueblo se percatara que la privatización del sector energético se asemeja a la entrega de la mitad del territorio nacional que realizo Santa Anna a los Estados Unidos de América. El Maestro Lucho.

Cuanta razón tiene el Maestro Lucho, cuando la mayoría de los mexicanos estaban en contra de la privatización de PEMEX, nuestros senadores, diputados federales y congresos locales, sin sensibilidad alguna, salieron a todo galope, para darle gusto a los intereses económicos de los Estados Unidos de America; sin darnos cuenta, aprobaron la Reforma Energética. 

Al parecer con la reforma estrella del gobierno mexicano, solo las clases privilegiadas obtendrán ganancias, beneficios y grandes negocios de la venta de los bienes nacionales, ya que lamentablemente la gran riqueza de México solo le pertenece a unos cuantos poderosos y no a los mexicanos. Con la privatización del sector energético el gobierno priísta tal y como Santa Anna lo hizo en su momento al entregar la mitad del territorio nacional a los Estados Unidos, se encuentra entregándole los recursos naturales del país a los extranjeros, los mantos acuíferos, los mantos petroleros, también son parte del territorio mexicano, se extienden por debajo del subsuelo, solo que no lo podemos ver a simple vista.

Pero no solo es preocupante la situación del petróleo, ningún medio de paga ha mencionado que también las aguas nacionales están en riesgo. En efecto, con la reforma energética el oro cristalino (el agua) también ha sido privatizado por los priístas y panistas que solo buscan el negocio propio. Es lamentable lo que los mexicanos estamos atravesando, en pocas palabras nos han dejado sin nada, solo somos poseedores de pedazos de tierra sin valor que forman una extensión territorial a la que se le llama México; somos dueños de una superficie hueca. 

Es muy triste que ni la oposición pudo hacer algo, quizá todo estuvo pactado, pero con la aprobación de la reforma energética se evidencio que en México, los líderes no existen, tanto Andrés Manuel López Obrador como Cuahutemoc Cardenas desaparecieron en los momentos cruciales para el país. Al parecer los personajes en los que confiaba el pueblo, solo formaron parte de un gran montaje, la realidad es que fueron participes de la estrategia de manipulación priísta para privatizar los energéticos. 

Quizás para nuestros políticos no importa que México llegue al fondo del abismo, lo importante son los negocios y vender lo último que queda, solo demos una vuelta con todo lo que se ha saqueado: las minas: “no hay”; ferrocarriles: “no existen”; luz y fuerza del centro: “exterminada”; la agricultura: en la peor de sus crisis de la historia. Hace 30 años cuando los mexicanos explotábamos nuestros recursos naturales, el país se encontraba en desarrollo, el pueblo vivía bien, sin carencias ni falta de oportunidades y se transitaba sin miedo por la delincuencia.

Hoy, ningún ciudadano se encuentra seguro, y no se diga de la economía que ya no alcanza para comer, es lamentable ver como familias completas tienen que trabajar, aun mujeres embarazadas y todo para poder sobrevivir, el desempleo en su mayor etapa, la economía se encuentra hundida en un agujero en donde los niños y jóvenes no tendrán futuro. El 2014 se prevé como un boom para los priístas de dobles discursos, pero con el salario que es de muerte no habrá un boom sino miseria. 

Las televisoras, radios, medios escritos, redes sociales han dicho que todos los males que sufre México es gracias a los “poderosos” que son los únicos que pueden “gozar de las mieles del poder” en cambio al pobre y a la ciudadanía se le ve triste, silenciosa, sin sonrisa y sin esperanzas, México se ha convertido en un pueblo sombrío en donde no existen líderes que acaben con una de las peores crisis y desigualdades para los mexicanos.