Por Alberto Sladogna
Ayotzinapa ha permitido poner a la luz del día el funcionamiento en lo oscurito de la democracia en México y los actos de políticos, partidos, justicia, FFAA, gobierno, sociedad. ¿A qué se deben los asesinatos múltiples efectuados en México desde hace ya casi una década? Avancemos un paso: se trata de una práctica del genocidio ¿Cómo? ¿Genocidio en Democracia? Avancemos otro paso: se trata de mostrar el núcleo genocida de las democracias, diremos de las democracias que están funcionando en América Latina desde México hasta la Argentina.
El genocidio fue una práctica de exterminio masivo a partir de que los turcos en el Imperio otomano (desde 1915 hasta 1923), exterminaron cerca de dos millones de armenios; luego ese plan lo recuperó el nacionalsocialismo de Hitler que lo elevo a una condición industrial: el campo de concentración como fábrica de la muerte. Y hoy ¿qué sucede?
El genocidio fue una práctica de exterminio masivo a partir de que los turcos en el Imperio otomano (desde 1915 hasta 1923), exterminaron cerca de dos millones de armenios; luego ese plan lo recuperó el nacionalsocialismo de Hitler que lo elevo a una condición industrial: el campo de concentración como fábrica de la muerte. Y hoy ¿qué sucede?
Veamos una actualidad que pone las cartas sobre la mesa, a la luz no a lo oscurito.
La noticia se dio a conocer a mediados de agosto, pero apenas tuvo eco en los medios de comunicación más destacados. La ministra de Salud de Lituania, Rimante Salaseviciute, propuso que aquellas personas pobres con enfermedades terminales que no tengan dinero para pagar los cuidados paliativos y que "no quieren ver a sus familias agonizar" por su sufrimiento "económico" pueden utilizar la eutanasia para terminar con sus vidas: "Es el momento de pensar en la eutanasia y permitirles tomar una decisión: vivir o morir". La propuesta fue hacer de la pobreza una enfermedad, luego de que esos enfermos, los pobres, además se enferman de otras enfermedades y no tienen con qué pagar los costos de las mismas.
Salaseviciute justificó su posición asegurando que Lituania no es un estado de bienestar y no puede garantizar a todos los enfermos graves los cuidados paliativos necesarios para garantizar la dignidad del final de la vida. La solución podría ser una "inyección letal" o un equivalente de la eutanasia, agregó en una entrevista en la televisión nacional, Salaseviciute propuso también legalizar la eutanasia para niños: "la ley de eutanasia infantil en Bélgica merece ser tenida en cuenta". Las declaraciones de la responsable de Salud traen a la memoria las prácticas eugenésicas Aktion T4 del régimen nazi. Los soldados y los civiles lituanos al ser conquistados por el ejército nazi (conquistados en varios sentidos), desde junio hasta diciembre de 1941 eliminaron a nombre de la eugenesia y de la eutanasia a más de doscientos diez mil judíos lituanos.
Regresemos a México y su actualidad, más del 78% -si las estadísticas sirvieran para algo- de quienes han perdido la vida en la guerra contra el narcotráfico son jóvenes, en su mayoría pertenecen a un sector social, la raza. Se trata de la guerra contra la prole. Estamos ante el despliegue de un genocidio contra los jóvenes, mismo que se extiende en otros países de América Latina, menciono solo tres situaciones semejantes; Venezuela, Argentina y Brasil.
La película La Dictadura Perfecta (1/11/2014) del director Luis Estrada lanza varias y distintas preguntas. El filme hace mutar una expresión de Mario Vargas Llosa quien en un coloquio televisado declaró: “Espero no parecer demasiado inelegante por decir lo que voy a decir… México es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo, no es la URSS, no es Fidel Castro. La dictadura perfecta es México” (26/08/1990). Vargas Llosa estará sorprendido por el desplazamiento que hace el filme; hoy se ve cómo el régimen político “vigente” en México (no solo allí) despliega las inclinaciones genocidas de la democracia.
El sistema del Estado vigente en México ha cobrado una cifra imprecisa de más de ciento cincuenta mil personas muertas, más de ochenta mil desaparecidos desde el año 2006 hasta la actualidad; el gobierno del Lic. Peña Nieto reconoce en tres años de ejercicio la cifra de más de nueve mil quinientas personas “no localizadas”. Los días 26 al 27 de octubre del 2014 fueron “desaparecidos” (¿abducidos por Ovnis?) cuarenta y tres estudiantes de una escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero, México. Sus edades oscilan entre los 17 y los 28 años.
El filme permitirá interrogar sobre la máquina de guerra del capitalismo mundial integrado (Lacan, Foucault, Guattari) así como su activa construcción de una nueva forma de fobia: instalar el terror… de las desapariciones forzadas realizadas a plena luz del día por las policías, las fuerzas del ejército y las bandas tercerizadas del narcotráfico contratadas por transnacionales para el cuidado del trasiego de oro, plata junto con la dama “negra” (amapola base). El sistema político de la representación está más que en crisis ¿Cómo interroga está situación a la filosofía, a la teoría política, al psicoanálisis? Luis Estrada con ese filme indica que el arte está un paso adelante mostrando la realidad, es decir, mostrando el núcleo duro genocida de la realidad llamada “democracia”.
Una prueba de este genocidio es que el mismo se practica con la anuencia de tirios y troyanos, con la anuencia de un sector importante de la ciudadanía, bastaría hacerse una pregunta ¿Cuántos partidos políticos que dicen denunciar la situación están dispuestos a destinar el conjunto de los fondos que reciban y reúnen para colocarlos a la disposición de los padres y alumnos de Ayotzinapa? No faltaran quienes argumenten que eso es ilegal, solo que olvidan algo: cómo sostener la legalidad del sistema cuando este se ha convertido en una máquina ilegal de producir muertos y de conducir un genocidio ¿Qué sentido tiene en esas condiciones hacer planes electorales? Usted ¿cómo la ve?
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Fuente: El Blog de la Izquierda.
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