El caballo negro que recorre Hidalgo y teje un proyecto de unidad



Jorge Montejo 

12 de diciembre de 2025

Mientras el clima político en Hidalgo comienza a cargarse de cálculos anticipados y disputas internas, José Antonio Rojo, quien en estos momentos es un ente independiente, ha optado por una ruta distinta: recorrer el estado, escuchar a las regiones y construir un discurso de unidad que, de manera explícita, se deslinda de la carrera por la gubernatura bajo las siglas de Morena. Su posicionamiento no es menor en un contexto donde los tiempos electorales suelen adelantarse y donde la lógica de partido suele imponerse sobre los acuerdos amplios.

En las últimas semanas, Rojo ha continuado sus recorridos por distintos puntos del estado, con reuniones que se caracterizan más por el diálogo que por el mitin. En Zacualtipán, en plena sierra hidalguense, sostuvo un encuentro que calificó como productivo y constructivo, en el que se abordaron temas de interés local y estatal, alejados del discurso estridente y centrados en las problemáticas reales de la región. En ese marco, agradeció la invitación del profesor Julio César Hernández Jiménez, subrayando la importancia de abrir espacios de conversación plural.

La misma lógica se replicó en Huichapan, donde junto con su hermano Jorge se reunió con amigos y liderazgos regionales para reflexionar sobre el futuro del estado. El énfasis, según ha expresado, no estuvo en imponer una visión única, sino en respetar las distintas formas de pensar, con un denominador común: el bien de Hidalgo. Un mensaje que busca contrastar con la polarización política que se ha normalizado en los últimos años.

En la región de Apan-Tepeapulco, el encuentro tuvo un objetivo claro: escucharse. Diferentes liderazgos locales compartieron diagnósticos, preocupaciones y expectativas sobre el futuro de la zona, en una plática que fue descrita como respetuosa y constructiva. Infraestructura, desarrollo regional, oportunidades económicas y rezagos históricos formaron parte de la conversación, sin que el tema electoral dominara el espacio.

Este patrón se repite en cada reunión: diálogo, escucha y un esfuerzo deliberado por tender puentes entre distintas expresiones políticas y sociales. Rojo ha sido enfático en señalar que su interés no pasa por buscar la gubernatura de Hidalgo por Morena, una declaración que rompe con la especulación natural que suele acompañar a cualquier actor con presencia territorial. En lugar de ello, plantea la necesidad de construir un proyecto de unidad con el pueblo que trascienda partidos y corrientes, de cara a 2028 o 2030

Lo anterior ante la fragmentación de las fuerzas políticas y la polarización que Morena ha generado a nivel nacional, José Antonio Rojo ha optado por impulsar un diálogo abierto con todos los grupos y expresiones políticas del estado, con el objetivo de encaminar un proyecto que busque sacar a Hidalgo del rezago. Se trata de una apuesta que, sin ocultar su inevitable dimensión electoral, mira hacia las próximas elecciones en la entidad desde una lógica de construcción política más amplia y menos sectaria.

En un escenario donde las alianzas suelen responder a coyunturas inmediatas más que a proyectos de largo plazo, el planteamiento de José Antonio Rojo pretende reposicionar el debate público: menos candidaturas adelantadas, improvisaciones y falta de capacidad, y más discusión seria sobre el rumbo del estado. Aún es temprano para saber si este discurso logrará traducirse en una plataforma política sólida, pero por ahora sus recorridos y encuentros dejan un mensaje claro: la unidad, busca volver a colocarse en el centro de la política hidalguense.