Jaqueline Sagaón
30 de noviembre de 2025
La madrugada del sábado 29 de noviembre de 2025, un comando armado irrumpió en el bar La Resaka, ubicado en la colonia El Llano — Primera Sección —, en Tula de Allende, Hidalgo, y abrió fuego contra los presentes.
El saldo más reciente confirmado por autoridades es de seis personas asesinadas — cinco hombres y una mujer — y al menos diez personas heridas, quienes fueron trasladadas a hospitales de Tula y Tepeji. En los primeros reportes se había hablado de cuatro muertos y entre seis y diez lesionados, pero la cifra final subió cuando dos de los heridos fallecieron mientras recibían atención médica.
De acuerdo con los primeros indicios de la investigación, los agresores emplearon rifles R-15, ingresaron al bar cerca de la 1:30 a.m. y dispararon contra clientes y trabajadores de forma indiscriminada. Después del ataque huyeron antes de que llegaran las autoridades.
La madrugada del sábado 29 de noviembre de 2025, un comando armado irrumpió en el bar La Resaka, ubicado en la colonia El Llano — Primera Sección —, en Tula de Allende, Hidalgo, y abrió fuego contra los presentes.
El saldo más reciente confirmado por autoridades es de seis personas asesinadas — cinco hombres y una mujer — y al menos diez personas heridas, quienes fueron trasladadas a hospitales de Tula y Tepeji. En los primeros reportes se había hablado de cuatro muertos y entre seis y diez lesionados, pero la cifra final subió cuando dos de los heridos fallecieron mientras recibían atención médica.
De acuerdo con los primeros indicios de la investigación, los agresores emplearon rifles R-15, ingresaron al bar cerca de la 1:30 a.m. y dispararon contra clientes y trabajadores de forma indiscriminada. Después del ataque huyeron antes de que llegaran las autoridades.
Tras los hechos, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), de la Guardia Nacional (GN) y policías municipales implementaron un operativo de búsqueda, y la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) resguardó el perímetro para integrar la carpeta de investigación. Por el momento no se han reportado detenciones, ni se han dado a conocer públicamente hipótesis oficiales sobre el móvil del ataque.
Este atentado ocurre en un contexto de alta violencia en la región de Tula, donde según declaraciones recientes del secretario de seguridad estatal, existe una disputa territorial entre organizaciones criminales por el control del robo de combustible, narcomenudeo, “cobro de piso” y extorsión.
Por atroces que parezcan los hechos, la ausencia de versiones oficiales claras —nombres de víctimas, móviles, detenidos— impone cautela. Las autoridades deben explicar: ¿quiénes fueron las víctimas y por qué estaban ahí? ¿Qué grupos perpetraron el ataque y con qué objetivo? Y lo más importante: ¿qué medidas reales se adoptarán para que hechos como este no se vuelvan norma en Tula y otras regiones de Hidalgo?
