EL MIEDO COMO ARMA DE MANIPULACIÓN MENTAL DEL GOBIERNO.


Nada teme el hombre más que ser tocado por lo desconocido, solamente inmerso en la masa, puede liberarse de ese temor. Elías Canetti.

Por Julio Gálvez.
Twitter: @juliogalvezb

Estudios sobre ciencias políticas han comprobado que los políticos, con la finalidad de obtener mayores cuotas de control sobre los ciudadanos, utilizan distractores como misión creep, es decir, a través de estos ocultan sus verdaderos objetivos, dispersan temor dentro de la masa para lograr manipularla mentalmente. Ejemplo de lo anterior lo podemos encontrar en los hechos ocurridos el 11 de septiembre de 2001, cuando derribaron las torres gemelas en Nueva York, esta catástrofe legitimo a los Estados Unidos de América, para iniciar una guerra por el petróleo contra países supuestamente “terroristas” que permitió la reelección de Gorge W. Bush como presidente de ese país.

La doctrina del shock, consiste en causarle un impacto psicológico a la población a través de un hecho que desestabilice a la masa con el fin de implantarle temor y distraerla de otras problemáticas de mayor relevancia. Sembrando miedo dentro de la sociedad nuestros políticos logran cumplir sus metas y objetivos mientras la ciudadanía se encuentra mentalmente manipulada por factores que distraen su atención de lo verdaderamente importante.


De esta forma y mediante la doctrina del shock, el gobierno mexicano está desacreditando la protesta social, potencializando distractores que le causan temor a la masa para lograr calmarla ante los gasolinazos y la devaluación del peso frente al dólar, ya que, mientras se registran saqueos en diversas tiendas departamentales (ajenos a las protestas por el aumento de los energéticos), el precio de la moneda norteamericana se encuentra a punto de rebasar la barrera de los 22 pesos, situación que enmascara una terrible crisis económica por la que atraviesa México con el aumento de los combustibles. 

En este sentido, es importante mencionar que es lamentable el grado de manipulación mental al que hemos llegado, en una sociedad teledirigida como la nuestra, la religión, la educación pública y los medios de comunicación, influyen de forma determinante en las decisiones de una población con índices alarmantes de analfabetismo, por lo que al sistema le conviene bombardear a la opinión pública con información catastrófica para confundir a la ciudadanía mientras los precios de los energéticos aumentan, el dólar se eleva, Videgaray regresa y posiblemente aprueben la nueva Ley de Seguridad Interior. 

México, atraviesa por un momento oscuro, parece ser que las libertades que los mexicanos hemos ganado a través de los años, hoy en día, están en juego, los maestros de la manipulación mental han vuelto o quizás nunca se fueron, pero es un hecho que no dejarán que los ciudadanos se recuperen del shock en el que se encuentra nuestro país, ya que de esta forma, mientras nos encontramos inmersos en el pánico, las cúpulas del poder cumplirán sus objetivos sin reacción alguna.

Los mexicanos debemos hacer conciencia, nuevas formas de manipulación mental han surgido, el exceso de información catastrófica que el gobierno ha generado a través de los medios oficiales de comunicación y las redes sociales juega un papel muy importante en la estrategia de dominación mental priísta. Como dice Al Gore en su libro “El Ataque Contra la Razón”, para desviar la atención de la crisis económica, nuestros políticos se encuentran generando distractores, difundiendo el miedo, empantanando las protestas y fabricando soluciones mediáticas. 

Ante esta situación, la información es la resistencia contra el shock, debemos impedir que los políticos y los medios oficiales de comunicación nos manipulen mentalmente difundiendo el pánico en la población, las nuevas generaciones deben hacer conciencia de que a nuestros gobernantes les conviene mantenernos dominados a través del miedo, el futuro de este país dependerá de la capacidad de reacción que tengamos como sociedad en estos momentos de crisis. 

La solidaridad es un valor que la clase política ha diluido en nuestra civilización, a esta le conviene que persista el individualismo consumista que vivimos para seguir controlando indirectamente nuestras vidas al desunirnos y dividirnos. 

El día que recobremos el valor de la solidaridad y nos preocupemos por las demás personas a pesar de que afecten nuestros intereses personales (por ejemplo una marcha contra el gasolinazo que impide que lleguemos al trabajo), ese día los políticos obedecerán a los ciudadanos porque existirá un México donde quepan todos.

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Julio Gálvez Bautista, es Licenciado en Derecho y Especialista en Derecho Civil por la Universidad la Salle; tiene estudios de Maestría en Derecho Procesal Constitucional y Doctorado en Derecho por la Universidad Panamericana. Desde el 2006 se ha desempeñado como profesor de licenciatura y postgrado, así como conferencista en materia de derecho constitucional y derechos humanos fundamentales. 

Cuenta con diversas publicaciones en libros, revistas académicas y periódicos, ha enfocado su trabajo en temas sobre derecho constitucional, derechos humanos, derechos sociales, libertad de expresión y reforma gubernamental. Sus aportaciones al campo jurídico fueron utilizadas por el Congreso de Argentina para la despenalización de la tenencia para el consumo personal de estupefacientes y psicotrópicos. Es colaborador de la Revista Internacional de Derecho “Garantismo Judicial” presidida honoríficamente por el Profesor Luigi Ferrajoli y Dirigida por el Doctor Fernando Silva García. Actualmente es Director General del Semanario El Nuevo Gráfico y del Centro de Investigaciones Sociales (CIS).