Compraron y dividieron a Morena en Hidalgo.


#Opinión | Jorge Montejo
2/11/20

Al escuchar la expresión “divide y vencerás”, o “divide y conquistaras”, nos llegan a la mente de manera ipso facto, las tácticas que nos remontan en el tiempo hasta el emperador romano, Julio César, que utilizaba la esencia de esta expresión para consumar su dominio sobre el gran imperio romano. Así como, también, nos ilumina la genialidad atribuida a Nicolás Maquiavelo, en su libro: “El Príncipe”, en el que su autor dibuja toda una gama de sugerencias para mantener el control absoluto del poder sobre el Estado.

Según Maquiavelo, los príncipes deben gobernar de acuerdo a las circunstancias que les permitan conservar exitosamente a sus gobiernos en su poder. Y, presenta como principal característica el método de dejar de lado sistemáticamente, con respecto a las estrategias políticas, las cuestiones relativas a la moral, la religión y la amistad, alegando que sólo interesa conservar el poder.

De ahí la expresión “divide y vencerás” o “divide y conquistarás” que como táctica política o de guerra está considerada como la más acreditada clave para alcanzar el éxito, convirtiéndose en una herramienta que ha estado presente de alguna manera en los momentos más importantes de la historia.

Conforme a lo anterior, se debe mencionar que esta estrategia es la que usó gobierno al interior de Morena Hidalgo, los dividió, comprando a algunos y enfrentando a otros. 

Desde tiempos inmemoriales se realiza esa práctica en Hidalgo; cuando dos grupos políticos enfrentados iban a reclamarle al ex gobernador Javier Rojo Gómez, dicen que le daba cuerda a uno y al otro para que se aniquilaran entre ellos. 

La cuestión es que ahora los comprados, los que vendieron candidaturas, los oportunistas que pactan la derrota con gobierno para apoderarse de Morena, empiezan a pedir unidad (cuando eso le corresponde a una nueva dirigencia), ya que ellos si ganaron, pero con ayuda del maquiavélico secretario.