Capitalismo de cuates en Hidalgo: Control social y falta de inversión.



Julio Gálvez

El estado de Hidalgo ha sido testigo de una problemática arraigada en su gobierno conocida como "capitalismo de cuates", en la que los políticos se apropian de los recursos gubernamentales y favorecen a sus allegados en detrimento del desarrollo económico y social. Esta práctica ha llevado a una falta de inversión privada en el estado, lo que beneficia a aquellos políticos que desean mantener a la población dependiente de una economía controlada por el gobierno, permitiendo así ejercer un control social sobre la sociedad.

El dominio de los círculos políticos

En Hidalgo, el capitalismo de cuates ha llevado a una situación en la que los políticos se benefician a sí mismos y a sus allegados, creando una red de intereses que limita la competencia y la entrada de inversión privada en el estado. Estos políticos, en lugar de fomentar un ambiente favorable para el desarrollo empresarial, han preferido mantener el control sobre los recursos y las oportunidades económicas, asegurando su poder y evitando la rendición de cuentas.

La dependencia de una economía de gobierno

La falta de inversión privada en Hidalgo ha creado una situación en la que la población depende en gran medida de la economía generada por el gobierno. Esta dependencia crea un control social, ya que los políticos pueden utilizar los recursos y programas gubernamentales para condicionar y manipular a la sociedad, generando un ciclo de dependencia y subordinación que beneficia a su dominio político. Además, esta falta de diversificación económica limita las oportunidades de crecimiento y desarrollo para la población en general.

El estancamiento económico y social

La ausencia de inversión privada en Hidalgo ha llevado a un estancamiento económico y social en el estado. La falta de oportunidades de empleo para las y los jóvenes así como el bajo crecimiento económico dificultan el progreso y el bienestar de la población. Mientras tanto, los políticos que controlan los recursos y benefician a sus allegados continúan acumulando poder y manteniendo un sistema desigual en el que los ciudadanos dependen del gobierno para su sustento.

La necesidad de un cambio verdadero 

Para romper con este ciclo pernicioso, es esencial promover un cambio de paradigma verdadero en Hidalgo. Esto implica fomentar un ambiente propicio para la inversión privada, diversificar la economía y romper con el control político que limita el desarrollo y el crecimiento. Es necesario establecer mecanismos transparentes y eficaces que promuevan la competencia justa y la igualdad de oportunidades para todos los actores económicos, creando un entorno en el que la inversión privada pueda prosperar y beneficiar a la sociedad en su conjunto.