¡Qué elegancia la de Francia! Marcelo Ebrard y sus nexos con Tulancingo.



El apellido Ebrard es común en algunas partes del mundo, sobre todo en regiones de Francia, Suiza y España, en México se conoce gracias a Marcelo Ebrard.

Hay muy poca información sobre el apellido Ebrard, ya que la información actual documenta que es originario de Francia. Al respecto, muchos medios han informado que el canciller mexicano es de origen francés; él, por otro lado, no ha mencionado mucho de su vida privada y, por ende, al respecto.

Advierto a mis lectoras y lectores —si es que los tengo— que no conozco, personalmente, al señor Ebrard, jamás me he topado con él; pero a través de su libro, autobiográfico y propositivo, entiendo su deseo y reconozco su gran inteligencia para el marketing político; así como su ambición —ojalá que sea de la buena— de ser presidente de nuestro país.

Marcelo es el segundo hijo y primer varón de ocho hermanos, procreados por la pareja de Marcelo Ebrard Maure y Marcela Casaubon Lefaure, cuyos hermanos, Jorge e Ivonne, respectivamente, casaron y tuvieron siete hijos. De los 15 primos hermanos con los mismos apellidos, solo él que fuera jefe de Gobierno del DF. se dedicó a la política —hasta ahora. Esperamos que de cumplirse el anhelo de Marcelo no le salgan hermanos o primos y/o primas con negocios que tengan que ver con el gobierno y su proveeduría.

Resalta su paso por la Universidad La Salle, desde la secundaria hasta la licenciatura y, por supuesto, su ingreso y estancia en el Colegio de México donde llegó impulsado por su abuela paterna, María de la Luz Maure y García del Valle, feminista y vasconcelista, la figura familiar que más influyó en la educación y formación del hoy canciller, “mamágrande”— le dijo toda la vida.

Precisamente en el Colegio de México, fue su encuentro con Manuel Camacho Solís, del que fuera primero discípulo y luego colaborador, el que guio sus primeros pasos por la política, su mentor lo llama y destaca sus cualidades políticas de gran negociador, moderado, demócrata y pacifista, bajo su amparo arrancó su carrera en la política, a los 22 años de edad.

En su libro Marcelo habla con la mayor franqueza que es permisible en la política, de asuntos espinosos como el de la Línea 12 del Metro, dolorosos como lo sucedido con el sismo del 85 del cual Camacho Solís y su alumno salieron fortalecidos, de su disidencia sobre el Fobaproa cuando fue diputado federal y momentos triunfales como el ser nombrado el Mejor Alcalde del Mundo por la City Mayors Fundation.

De manera dosificada, con cautela e intención política, Marcelo destaca su relación con Andrés Manuel López Obrador, su fidelidad y su disciplinada colaboración con su gobierno; esto sin dejar de insistir en su propio proyecto de diferente tesitura, pero con ciertas convergencias.

Algo que cabe señalar y es de interés para todo hidalguense es que, en su visita al municipio de Tulancingo de Bravo, Hgo. hizo una interesante confesión y es que de acuerdo al “carnal Marcelo” el aspirante presidencial, exhibió la casa donde vivió su abuela materna, sobre la calle Luis M. Ponce, en la zona Centro de la Ciudad de Tulancingo, lugar que visitó dentro de su agenda, el ex canciller.

"Esta casa, así como la ven, fue de la familia Lefaure, es mi segundo apellido materno. Aquí llegó su familia a fines del siglo XIX, siglo XIX tardío llegaron y aquí se establecieron, en esta casa"

Recordó que cuando era niño, su abuela materna le preguntaba: ¿Mijito, quieres venir conmigo al pueblo? y nos íbamos a Tulancingo".

El aspirante presidencial, explicó que su familia se apellidaba Lefaure, incluso aseguró que hay una calle dedicada a René Lefaure, en Tulancingo.

Increíble la historia y sus coincidencias ¿tú lo crees?... Sí, yo también.