El beso de Fayad.



Julio Gálvez.

La política mexicana se ha vuelto a teñir de traiciones y alianzas inesperadas, y el exgobernador priista de Hidalgo, Omar Fayad, ha sido el protagonista de una controvertida jugada que recuerda el "beso de Judas." Fayad, quien durante mucho tiempo fue visto como un hombre del PRI, dio un giro sorprendente al unirse a las filas de la 4T, a través del partido Verde Ecologista.

El respaldo de Fayad a la candidatura de Julio Menchaca, su delfín político, se consolidó a través de un pacto con Ricardo Monreal. Sin embargo, esta alianza plantea cuestionamientos sobre la verdadera fuerza detrás de Menchaca, ya que mientras la política se movía, AMLO y el pueblo mostraban su apoyo en una consulta de revocación de mandato dos semanas antes de las elecciones, obteniendo un sólido respaldo con más de 400 mil votos. Curiosamente, apenas dos semanas después, Menchaca alcanzaba la victoria con 600 mil votos, 200 mil votos más, contando con el apoyo de expriistas, caciques y políticos del viejo régimen que decidieron unirse a él. Este resultado plantea interrogantes sobre la naturaleza de los acuerdos políticos que pudieron influir en esta contienda electoral, a costa del voto de la gente.

La incorporación de figuras como Natividad Castrejón y Napoleón González a las filas de Morena ha generado escepticismo, ya que estos personajes estaban previamente vinculados al PRI de Osorio Chong y al antiguo régimen. Esto se percibe como una traición a la izquierda que originalmente respaldó a Menchaca, quien había obtenido la victoria gracias al apoyo del pueblo y no a pactos políticos con personajes corruptos.

El caso de Menchaca, con más de dos décadas de militancia priista, representa una traición a la izquierda que lo llevó al poder. Esta situación refleja un intento de transformación superficial, al permitir la entrada de juniors y expriistas al gobierno de Hidalgo, simulando un cambio real mientras se aplica el "gatopardismo", donde todo cambia para que todo siga igual, en defensa de los privilegios de la clase política conservadora que se apoderó del gobierno mediante el capitalismo de cuates.

El beso de Fayad es un episodio más en la compleja trama política mexicana, que pone de manifiesto la volatilidad de las lealtades partidistas y cuestiona los verdaderos ideales de la 4T. La traición y los acuerdos oscuros se entrelazan en una narrativa que desafía las expectativas de cambio en la política mexicana.

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PD. Medios chayoteros que antes hablaban bien del PRI y ahora lo hacen de Morena en busca de privilegios, decían que AMLO le iba a dar una embajada a Fayad 🤣