Lambisconería, piedra angular del sistema político hidalguense.



Julio Gálvez

En Hidalgo, el anhelo de muchos ciudadanos se enfoca en ingresar al ámbito político, una senda que, lamentablemente, ha sido marcada por prácticas cuestionables. Los exgobernadores, desde el periodo de Murillo Karam en adelante, instauraron el capitalismo de cuates como sistema político, donde los jóvenes ven en la política la vía para enriquecerse impunemente.

Este modelo gestado por los exgobernadores ha propiciado una élite privilegiada que se ha apropiado del gobierno con el propósito de acumular riqueza como meta aspiracionista, valiéndose de empresarios prestanombres envueltos en corrupción, así como de medios chayoteros para legitimar su gobierno.

Los jóvenes hidalguenses, enfrentando escasez de oportunidades en el sector privado, anhelan ingresar al ámbito gubernamental inspirados por figuras que han alcanzado la opulencia bajo el manto del poder y la escuela de la corrupción de los exgobernadores de Hidalgo.

El escenario político en Hidalgo se caracteriza por una aspiración desmedida, sin distinción de partidos ni ideologías, donde la prepotencia, la lambisconería y los privilegios son la piedra angular del sistema político hidalguense, de esta forma, los políticos se han apoderado del gobierno, controlan las instituciones, incluso el poder judicial.

Este fenómeno evidencia una preocupante falta de ética y compromiso público, perpetuando UN CICLO perjudicial para la sociedad hidalguense, por lo que los ciudadanos deben buscar un #CambioVerdadero que les permita, en verdad, un cambio de sistema político.