
Jorge Montejo
Después de haberse vendido sin pudor alguno a cambio de la reforma judicial, el Clan Yunes reaparece —milagrosamente purificado— en el bar más lujoso de Madrid, como si en lugar de traicionar a la democracia hubieran hecho patria. Copas en mano, sonrientes y relajados, celebran su absolución política con el descaro de quien ya pagó su cuota… pero en efectivo y en euros.
Mientras en México se discute el futuro del Poder Judicial, ellos disfrutan del presente en sillones de terciopelo y bebidas de etiqueta, agradeciendo en silencio a Morena por esa indulgencia plenaria que lava todos los pecados si el voto es útil. Así es la nueva moral pública: la traición se disfraza de transformación y la impunidad se brinda con champaña.