
María Gil
03 de junio de 2025
La inflación en México volvió a golpear con fuerza los bolsillos de las familias más vulnerables, alcanzando una tasa anual de 4.42% durante mayo, la más alta registrada desde noviembre del año pasado, cuando se situó en 4.55%. Así lo reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su más reciente informe de precios al consumidor, en el que se confirma que la escalada de precios superó incluso las expectativas más pesimistas del sector financiero. Ni Banorte ni Bancoppel, los participantes más conservadores en el sondeo de Citi con 33 instituciones del sector, lograron prever el repunte.
El alza en los precios rebasó nuevamente el rango objetivo del Banco de México, que mantiene un intervalo de tolerancia de entre 2% y 4% para alcanzar su meta inflacionaria de 3%. En la lista de los productos que más encarecieron están el aguacate (35.3%), la papaya (28.6%) y los ejotes (27%), todos componentes clave en la dieta popular mexicana. En contraste, el chile serrano bajó 41.8%, el azúcar cayó 19.1% y el jitomate 16.3%. Aunque hay productos que ceden, la presión sobre los alimentos básicos sigue haciendo estragos. El próximo 26 de junio, Banxico anunciará su decisión de política monetaria, con altas probabilidades de recortar su tasa de interés de 8.5% a 8%, una movida arriesgada en un entorno donde el “impuesto de los pobres” parece no dar tregua.