Por Jorge Monetejo
Analista Político
Antes los políticos cuidaban todo, su estilo de comportarse, los modales, la educación, es decir existian formas, en cambio hoy en día, existe una feria de vanidades, ya que hasta para comprar el desayuno han imitado a los gringos; Antes se le llamaba refrigerio, hoy, elegantemente se le llama coffee break. Nuestros legisladores gastan nada más y nada menos que 215 mil pesos al año, solo para comprar galletas, dulces, café y té ¿Cuántas familias hidalguenses no comerían con esa cantidad que destinan para la botana? Que falta de sensibilidad.
Al parecer los políticos en Hidalgo, tiran lo que no les cuesta, para nuestros diputados $215 mil pesos es una insignificancia, pero para el pueblo es saciar el hambre. Es lamentable que si legislan y saben lo que cada ciudadano percibe y paga de impuestos, pues deberían por lo menos de guardar las apariencias y ser discretos, para empezar llegan a sus oficinas con sendas camionetas, guaruras, tienen gastos de gasolina, viáticos, les llegan a bolear sus zapatos hasta su silla de piel y para terminar de rematar ni el cafe les cuesta. Nuestros diputados son unos verdaderos derochadores del dinero ajeno.
Lo anterior se observo porque en la unidad de transparencia del Congreso del Estado de Hidalgo, existe un presupuesto etiquetado estrictamente para el rubro del coffe break, no cabe duda que los diputados locales piden la compra de ciertas marcas para sus galletas, café y agua, (chuculucos), para poder desarrollar eficientemente la levantada del dedo, mientras que en otros congresos se duermen por la falta de cafeína. Vamos mejorando, Hidalgo se encuentra en la vanguardia.
Indudablemente el presidente de la junta del Congreso es un hombre discreto, proviene de una generación de políticos de respeto, pero los diputados de hoy, se caracterizan por hacer gala de los derroches del poder y del dinero ajeno. En Hidalgo todo es grilla y es lamentable ver como los politicuchos que tenemos humillan a la sociedad al tener este tipo de lujos absurdos, pero eso si, como buenos perritos falderos aprobaron la reforma energética en menos de lo que canta un gallo, aprovechándose de los festejos del día de la virgen y del inicio de las vacaciones del sector burócrata, para evitar reacciones en contra.
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