LA GÜERA RODRÍGUEZ, HERMOSA MUJER CUYO NOMBRE ESTA ESCRITO CON LETRAS DE ORO EN LA HISTORIA

Por Miguel Ángel Serna Ortega
Investigador Histórico

María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyra mejor conocida como María Ignacia Rodríguez de Velasco o simplemente como la Güera Rodríguez nació el 20 de noviembre de 1778 y murió el día 1 de noviembre de 1850, fue una criolla que figuró en la sociedad colonial mexicana por su belleza y riqueza, además de brindar su apoyo a la Independencia de México. 

Es considerada como un personaje emblemático de la Independencia, al mantener una relación amorosa con Agustín de Iturbide e impulsarlo a que llevara a cabo, y completara, la "libertad mexicana". Asimismo, mantuvo una relación con Simón Bolívar y Alexander von Humboldt.

Se conocen pocos aspectos sobre su vida y su papel en los hechos históricos de México, así como también, la única pintura que se realizó de ella. 

Lo más notable, son sus amores con personajes muy conocidos y sus descripciones muy elogiosas en las biografías de escritores como Artemio de Valle Arizpe y Romeo Hernández Mendoza, entre otros.

Nació en la Ciudad de México el 20 de noviembre de 1778, hija del matrimonio entre Antonio Rodríguez de Velasco y María Ignacia Osorio Barba y Bello Pereyra, conocida en la sociedad novohispana por su belleza y agudo ingenio. Guillermo Prieto, cronista de la época decía de ella: "La Güera no sólo fue notable por su hermosura, sino por su ingenio y por el lugar que ocupó en la alta sociedad" Artemio de Valle Arizpe, en tanto, elogiaba por "la calidad de amantes que tenía". De igual forma, tuvo una hermana llamada María Vicenta Josefa.

Según fuentes, se dice que María Ignacia mantuvo una relación con Simón Bolívar.1 Se dice que Simón Bolívar tenía entre los quince y veinte años, y que la conoció en un viaje en el buque San Ildefonso hacia España, pero que hizo escala en México, concretamente en el puerto de Veracruz.

Sus últimos años los dedicó a la devoción religiosa en la Tercera Orden de Franciscanos. Después de su muerte, su marido se hizo sacerdote. Falleció en la Ciudad de México el 1 de noviembre de 1850. Artemio de Valle Arizpe escribió una biografía novelada de su vida titulado “La Güera Rodríguez”. La actriz mexicana Fanny Cano la representó en el cine en 1978, en una película también llamada La güera Rodríguez, dirigida por Felipe Cazals.

La participación de María Ignacia Rodríguez en la consumación de la Independencia de México, ha sido un tema muy especial Según fuentes, y supuestamente, apoyó a Agustín de Iturbide a que llevara a cabo el plan de libertad nacional del pueblo mexicano. Artemio del Valle Arizpe argumenta que "el día 27 de septiembre de 1821, el Ejército Trigarante hizo en México su vistosa entrada triunfal La carrera que iba a seguir el Ejército Libertador sería desde la Tlaxpana por San Cosme, para pasar frente al palacio Virreinal, pero Iturbide desvió la columna por la calle de la Profesa en la que estaba la casa de doña María Ignacia Rodríguez de Velasco, para que presenciara el desfile y lo viese a él muy arrogante al frente de sus tropas invictas". 

Esto demostraba la relación entre Agustín y a "La Güera", quien influenció, demasiado, la visión política del primer emperador de México. Su trabajo no únicamente estuvo relacionado con la Independencia y el apoyo a los insurgentes, sino también por ser transgresora al deber femenino.

María Ignacia estuvo llena de elogios por parte de algunos escritores como es el caso de Artemio de Valle Arizpe quien la calificó como una "mujer extraordinaria por su buen parecer, su claro talento de fácil minerva, su gran riqueza y, además, su esplendoroso lujo".Montserrat Galí i Boadella calificaba su personalidad como la "prototipo"; la de una mujer "ilustrada y libertina".

Sin embargo, también aclaraba que era algo contradictoria; ya que "se valía por sí misma, buscaba la felicidad y practicaba costumbres que le proporcionaban cortejos y amantes". Todo lo anterior era característico de una dama de aquella época histórica y heroica… “quien no conoce la historia de su país, es un extranjero en su propia tierra”.