Por María Albertina Mancilla.
Después de medio siglo de congelamiento de lazos entre Estados Unidos y Cuba, las medidas anunciadas por Washington y la Habana para finalizar con esa tensión de 53 años se dieron a conocer en días pasados por los mandatarios de ambos países.
La historia del rompimiento de lazos entre Estados Unidos y Cuba comenzó con el triunfo de la revolución cubana en enero de 1959, pero fue hasta el año de 1960 cuando las autoridades cubanas acusaron al gobierno estadounidense de realizar ataques a su país, motivo que dio inicio a una atmósfera de gran tensión entre ambos gobiernos, de manera que fueron las bases para un rompimiento de relaciones diplomáticas y comerciales que se intensifico cuando el gobierno de cuba nacionalizo empresas estadounidenses en la isla.
La respuesta de Washington fue inmediata prohibiendo las exportaciones a Cuba, con lo que se inició el embargo, que posteriormente fue ampliado. Pero fue hasta enero de 1961, cuando EE.UU., rompió formalmente sus relaciones con la isla y ordenó el cierre de su embajada en La Habana.
Fue hasta después de más 50 años cuando los hoy presidentes de Estados Unidos, Barack Obama y de Cuba Raúl Castro, finalizaron años de la llamada guerra fría.
Por su parte Guillermo Fariñas principal opositor cubano dijo que lo único que se puede aplaudir de este acuerdo es la liberación de cros, así mismo señalo que esto puede tornarse a una “traición a los demócratas”.
Cabe mencionar que este acuerdo entre cuba y Estados Unidos se debe en gran parte al Papa Francisco quién en marzo pasado se reunió con el presidente Barack Obama en el vaticano y dijo “somos todos americanos y debemos vivir en armonía”.
Asimismo, es importante mencionarse que esta nueva relación entre Estados Unidos y Cuba, puede tener un gran trasfondo político, ya que hace algunos días Obama perdió por completo el control del Congreso, por lo que desde la política internacional intentará impulsar una agenda estancada.
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