¿DE QUÉ OTRA COSA PODRÍAMOS HABLAR?

Al compa Sharyf, por su lucha.

Por Roberto Longoni.
Twitter: @Galleta27

¿De qué otra cosa podríamos hablar? Se pregunta Teresa Margolles en medio de la crisis social y política que sufre el mundo actual. Entonces, ¿De qué otra cosa podría hablar yo? Estudiante de Letras, joven de 23 años, con sueños, con metas, con ilusiones, que veo como cada día mi país, mi querido México, se está derrumbando.

¿De qué otra cosa podría hablar?, si no de que este Lunes 19 de enero, frente a mi escuela, la Universidad Iberoamericana Puebla, mientras el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, ya reconocido por su actitud totalitaria y represiva contra todo aquel que sugiera una crítica o una resistencia a sus intereses, y el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien ya ha mostrado más de una vez su ineptitud en general, no solo como político, sino también como persona, inauguraban el Hospital del Niño Poblano, en medio de un fuerte, excesivo dispositivo de seguridad, (diría mi padre, “El miedo no anda en burro”), policías agredieron brutalmente a estudiantes de distintas universidades mientras se acercaban en marcha pacífica al lugar. Frente a mí, desde mi cobarde trinchera dentro de la escuela, en la entrada principal, pude ver como los policías se acercaban, con el rostro lleno de rencor, a golpear a compañeros, unos se refugiaron en la Universidad ante la agresividad, otros dos fueron detenidos y golpeados arbitrariamente. El ambiente, no sería para menos, fue tenso, temeroso, todos nos preguntamos qué pasaba. 

La Ibero Puebla ya estableció su postura, condenando firmemente, como todos nosotros, las violaciones por parte de policías estatales hacía estudiantes. Cada vez es más claro que este gobierno, en todos sus niveles, tiene puesta su mirada, su mano de hierro, como enemigos, a nosotros los estudiantes. A nosotros que representamos aún el futuro, la esperanza, en medio de la oscuridad de este México olvidado, nos quieren golpear, desaparecer, asesinar. 

Que algo quede claro, primero, no nos vamos a callar, no nos van a socavar. Segundo, nosotros queremos la paz, y para eso ponemos el corazón y el coraje. Porque otra cosa es clara, los brutos, los agresivos, los violentos, son ellos, los poderosos. De este lado no habrá más que respuestas pacíficas, creativas, nuevas formas de lucha por un cambio real. 



Entonces, ¿De qué otra cosa podríamos hablar?, y también dejo esta pregunta al aire, a ti, a todos, ¿Nos atreveremos a hablar, a alzar el puño y la voz juntos? Ojalá...