Año negro para las distintas selecciones nacionales que terminan fracasando y decepcionando.
Por Pablo Fernando Ruiz Gálvez.
2015, un año de pesadilla para las diferentes selecciones nacionales, desde la sub 20, pasando por la sub 22, el TRI femenil y hasta el llamado equipo B alternativo que acaba de terminar su ridícula participación en la Copa América, han terminado por “desnudar” la verdadera cara que rodea al futbol mexicano, a falta ver lo que haga el equipo de “lujo” que participara en la Copa Oro, donde veremos si en esta competición obtienen el premio de consolación de ganarla e ir a la Confederaciones.
Cualquier torneo de este semestre en la que han participado los representativos mexicanos terminaron en decepciones. Primero la sub 22 no pudo siquiera llegar a la final del torneo Esperanzas de Toulon, porque en su camino se cruzó la selección de Marruecos al derrotarlos 2-1.
Después la lista de fracasos continuo con la selección sub 20 que participo en el Mundial en Nueva Zelanda, donde no paso de la primera ronda al caer derrotados por su ultimo “verdugo”, Serbia, quienes disputaron la final y se llevaron la Copa venciendo a la selección de Brasil.
Pero ahí no paro el desastre, la selección femenil al mando del viejo “lobo de mar” Leonardo Cuellar, sumo un nuevo traspié en lo que han sido las tres participaciones de México en los mundiales de la categoría, al ser humilladas con tremenda “manita” que les propino el representativo francés y que las mando de vuelta a casa.
Cabe hacer notar que esta selección femenil, lleva la pobre cuota de 6 goles a favor por 30 encajados en sus participaciones de Copa del mundo. Lo que es peor es que el entrenador Cuellar continua al frente, pese ya contar con la desaprobación de una de las seleccionadas, Charlyn Corral, quien reclama un cambio radical y eso concierne al cuerpo técnico, situación que la orillo a ser descartada para participar en los Panamericanos en Toronto, Canadá, cuando inicialmente estaba incluida en la convocatoria.
La historia de decepción no pararía, y fue justo cuando la selección mayor alternativa o como le dieron en llamar el combinado B, fue a Chile a confirmar que ni su forma de jugar ni las promesas del “Piojo” verde (Miguel Herrera), fueron suficientes para evitar su pusilánime actuación.
Recordemos que previo a la participación en esta Copa, Miguel Herrera se dio el lujo de hablar de más. Comenzó arengando que su equipo estaba diseñado para “jugar la final” y que meterían “muchos sustos” a los rivales; pues no fue ni lo uno ni lo otro, quedándose todo en palabras como en el pasado Mundial de Brasil, cuando con la “vara” muy alta contagio a toda la afición con su demagogia, diciendo que iban por el quinto partido y de ahí a “ganar” la Copa, solo que apareció Holanda y el “Piojo” como siempre hizo su berrinche y culpando al arbitraje de todas las desgracias.
Las “salidas” de tono de Herrera incluyeron lo del día 7 de junio, cuando en plena jornada electoral de nuestro país, mando un twitter en la que llamaba a apoyar al Partido Verde, cuando ya no era tiempo de andar haciendo propaganda a favor de un partido político, lo que le valió una sanción.
Pero quizás no todo está perdido para el “Piojo” verde, a la vuelta de la esquina esta lo que podría ser el premio de consolación de los “pesos pesados” de la selección, la Copa Oro, que de ganarla los llevarían a la Confederaciones, porque es una obligación conquistarla, sobre todo porque se enfrentaran a lo más débil de la CONCACAF, salvo Costa Rica y Estados Unidos que son los que representan una amenaza para la selección, que de no conquistar el título, entonces el trayecto de Miguel Herrera al frente del TRI se vendría para abajo.
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