CAMINANDO Y PREGUNTANDO.


Por Pablo Martínez.

A lo largo de este año lleno campañas electorales por diversos estados, hemos podido observar diversos e interesantes movimientos que los partidos y los candidatos han logrado obtener. Las volcaduras de miradas hacia el Estado de México, estado del cual sale nuestro flamante Presidente de la República, nos llevan a cuestionamientos importantes: 

¿Por qué el Estado de México es tan importante para mi, si yo vivo en otro estado? ¿Por qué se habla poco del dinero gastado en campañas electorales? ¿Por qué la izquierda tiene que aguantar un personaje como AMLO? ¿Por qué el PRI sigue siendo un partido con solidez? 

Estas y otras preguntas que nos hacemos todos los días, y que la clase política se esconde detrás de encuestas para seguirnos escupiendo la cara; creando verdades en propuestas que no valen la pena ni mirar, acrecentando este repudio político que tenemos la gente que seguimos caminando a pie. 

Lo tenemos claro, ninguno de los partidos políticos quiere un cambio verdadero, ni la “esperanza de México” ni el partido de los chalecos rojos con un hueso en la cabeza, quiere que exista un mejor país. Ellos dependen de las necesidades de las personas para seguir gobernando. 

El Estado de México, es pieza fundamental para seguir vaciando las arcas de la nación, territorio que en ochenta años no ha podido desaparecer la pobreza, los feminicidios y las problemáticas sociales, las únicas personas que le creen al candidato tricolor, son los chalecos rojos, el hartazgo social es claro y ellos no lo ven, solo sienten el miedo. Por otro lado AMLO, en su capricho por querer gobernar, deja de lado a la población, la gente cree en un cambio, y por eso quiere votar por MORENA, no porque piense que es una verdadera oposición. 

Muchos mexiquenses están atados de manos, por ochenta años el priismo los encadeno a la burocracia y a los programas sociales, llenando de despensas y chalecos rojos todo el estado, pero por un momento las cosas parecen cambiar, los partidos de oposición generan dinero para competir contra el moustro PRIstórico. Pero esto sigue siendo la lucha de los de arriba contra los de arriba. 

La idea generalizada no es partidista, es de hartazgo, no importa el color, el partido… todos son iguales, todos roban en todos hay impunidad, en todos hay corrupción. No hay opciones reales dentro de este sistema, que lo único que busca es seguir exprimiendo a un pueblo que ya no tiene mas jugo. 

Pero creo el primer paso es sacar al PRI, el gran cáncer socio-político mexicano, nos han orillado a elegir a quien sea menos al partido de siempre, al que ya no le creemos, a quien todos sabemos que hará, eso es lo que se oye en la calle, porque la pregunta que ahora nos hacemos es ¿Cómo seria un México sin PRI?