¿QUÉ SERÁ DE MÉXICO?


Por María Gil

Si Zapata y Villa vivieran volverían a caer muertos, al ver que los ciudadanos han perdido el amor a la patria, ya que hoy en día a los mexicanos solo les interesa los programas de televisión del duopolio televisivo y no les preocupa salir adelante, solo les preocupa ver a Galilea Montijo, las piernas y los desnudos de las telenovelas, y sobre todo tener un sentimiento vacío de la realidad que se vive, con eso México se ha convertido en un país hundido no solo en una alarmante perdida de valores sino en miseria económica, que los diputados, legisladores y todas las autoridades han acrecentado. 

A los políticos en México no les importa que los niños no vayan a la escuela, que los hospitales estén llenos y que en el caminar diario a los ciudadanos se les vea en la miseria y no solo la económica, sino la intelectual ya que el pueblo solo habla de las narco series y diversos programas sin contenido cultural que solo fomentan la perdida de valores de nuestra sociedad. 

En la Televisión de hoy (diseñada para que el millennial vea lo que quiera en internet) nunca se habla de nuestros científicos, de los verdaderos artistas, de nuestros escritores, solo se habla de los galanes del momento, de los smartphones y automóviles que los jóvenes quisieran tener para mostrar su vida vacía en las redes sociales, esos programas de sexo, para abrir más la llave a embarazos en edades no aptas que van desde los 10 hasta los 19 años, edades en las que hoy en día por falta de preparación solo se ven abortos, aunque se quede el estigma y quizás la frustración de no ser madre. Hoy la sociedad por falta de valores se ha vuelto permisible.

Lo anterior es posiblemente porque la pobreza en México, se ha convertido en una promesa de campaña, presidentes van y presidentes vienen y solo tienen ese gran lema: “el combate a la pobreza”, desde Salinas de Gortari en el valle de Chalco cuando fue inaugurado el programa nacional de solidaridad, pasando por Zedillo, Fox, Felipe calderón, y hoy Enrique Peña Nieto a pesar de que han dado diferentes nombres a esta forma de supuesta ayuda para combatir la pobreza, se puede ver como sexenio tras sexenio en lugar de disminuir el número de pobres este cada día aumenta más, señalando que en 1991, se registraban 43 millones de pobres, hoy en día se registran más de 66 millones de mexicanos en pobreza y extrema pobreza, según cifras arrojadas por inegi. 

Es preocupante el grado de corrupción que persigue a esos programas y ver que a lo largo de estos años el pueblo sediento de hambre siga creyendo en ellos y en esos lemas de campaña que solo son demagogia de político.