LA CORRUPCIÓN DA PEÑA.


Padre e hijo, antes del socavón.

Por Alvaro López
El Cerebro Habla.

Un padre y su hijo, originarios de Morelos, se desplazan en su automóvil por la flamante nueva Vía Exprés. El hijo le preguntaba a su padre por qué había tantos letreros que decían “Gracias Señor Presidente por la construcción de la nueva Vía Exprés”:

Hijo: Papá, ¿por qué hay tantos letreros agradeciendo al Presidente por la nueva Vía Exprés? Si todos mis compañeros se burlan del Presidente en la escuela. Incluso, una vez, a Juan, el más tonto del salón, todos mis compañeros le empezaron a gritar “Peña Nieto, Peña Nieto”. 

Papá: Mijo, en mis tiempos así era, había que agradecer al Presidente por todas las obras que hacía, porque nos decían que el Presidente provee y nosotros tenemos que aplaudir. Antes no se criticaba al Presidente, y si lo hacías podías terminar en la cárcel.

Hijo: Pero ahora dicen por todos lados que el gobierno actual son unos rateros papá.

Papá: Sí, pero nuestros gobernantes siguen viviendo en el pasado y gobernando como antes. Pero ahora toda la mugre se ve.

Hijo: Pero ¿a quién le importa si construyeron una carretera? Ni está tan chida. Mira, esa parte de adelante parece que no la construyeron muy bien, hay un tubo de fuera y el piso se ve resbaloso. Es su obligación construir bien las carreteras, no sé por qué la presumen si está hecha con las patas.

Papá: ¿Y sabes por qué no lo construyen muy bien?

Hijo: No papá, por qué. 

Papá: Para hacer negocios.

Hijo: ¿Y cómo lo hacen?

Papá: Pues digamos que se roban parte del dinero usado para construir la carretera. Aparte de que hay moches y que el gobierno contrata a sus empresas favoritas en lugar de la que pueda hacer mejor el trabajo, usan materiales más baratos y hacen mal las obras para ahorrar dinero y quedárselo.

Hijo: ¿Y no los pueden meter a la cárcel? ¿No pueden quitar a Peña Nieto? ¿Por qué si el presidente tiene casas muy grandes y hace este tipo de tranzas, nadie le hace nada?

Papá: Porque hay un pacto de impunidad. En otros países como Brasil sí pueden quitar a un presidente e incluso encarcelarlo como sucedió con Lula da Silva. En Estados Unidos posiblemente juzguen a Donald Trump por los rusos que los ayudaron a ganar la elección. Los castigan por menos de lo que ha hecho el Presidente Peña. 

Hijo: ¡Qué coraje!

Papá: Sí mijo, da mucho coraje. Pero en México parece que no pasa nada. Incluso la gente sigue votando por ellos. 

Hijo: Ya me dio miedo esta carretera. Qué tal si se cae Papá. Como son tan corruptos como me dices, si se cae son capaces de quitar primero los letreros de “Gracias Señor Presidente”, antes que rescatar a las víctimas.

Papá: No te preocupes hijo, Gerardo Ruiz Esparza presumió lo bien que estaba construida la carretera, aunque esté mal hecha no creo que sea para tanto, no creo que sean tan tontos para presumirla y ocurra algo unos días después, apenas tiene tres meses de…

En eso se abre un socavón en la flamante vía exprés, justo unos metros antes de un puente peatonal donde está colocado uno de los tantos letreros que agradecen al Presidente por la flamante obra. El carro cae y tanto el papá como el hijo mueren. Tardan varias horas en rescatarlos y Gerardo Ruiz Esparza, sabiendo que estará protegido por el sistema, busca un chivo expiatorio para responsabilizarlo de la tragedia y culpa a la basura ¡la basura y tres días de lluvia son las culpables! 

Pero no se puede llevar a juicio a la basura, mucho menos meterla a la cárcel.

Y no pasa nada…