OSORIO CHONG, EL PRESIDENCIABLE.


Por Alonso Quijano.

El retorno del PRI a los pinos, no le ha sentado del todo bien a México. A la par de la llegada del discurso modernizador de un partido que quiere convencer de que se ha renovado, han resurgido adversarios que resisten ruidosamente al poder.

A este PRI-Gobierno de cara lavada se le ha ido enredando la gestión conforme avanza el sexenio. El mal estado de la seguridad pública nacional, la escalada de la violencia, Ayotzinapa, la fuga del Chapo y el vacío de poder que se vive en el país, son problemas que diversos analistas atribuyen al Secretario de Gobernación; sin embargo, parece ser que Osorio Chong tiene una especie de teflón porque sale perfectamente bien librado de ellos, y además, es el aspirante a la silla presidencial del PRI que mejor posicionado se encuentra en las encuestas.

En pocas palabras, no hay ningún otro político del gabinete de Peña Nieto que haya sobrevivido a la tempestad que enfrenta el peñismo, además de que es mentira que sea el funcionario federal con peores resultados, hasta cierto punto, el Presidente de la República le ha tolerado todo a Osorio Chong, le tiene confianza a su Secretario de Gobernación ¿Debe de ser por algo?

Sin embargo, a pesar de que Osorio Chong se encuentre mejor posicionado dentro de su partido para acceder a la candidatura presidencial, la realidad es que el PRI enfrenta una crisis de inconformidad social como nunca la había vivido en su historia y aunque hagan todos los intentos para reducir a López Obrador, el tabasqueño se encuentra en la cima de las preferencias electorales, hasta la derrota de Morena en el Estado de México sirvió para fortalecer a AMLO.


Por lo anterior, el Revolucionario institucional no la tiene tan fácil; sin embargo, Osorio Chong también es el único aspirante que podría concretar una alianza entre PVEM, PES, PANAL y el PRI, ya que como partido tan solo alcanza 22 puntos porcentuales dentro de la intención del voto por partidos; sin embargo, si le sumamos los puntos de sus aliados, no habría partido de oposición, ni candidato independiente que pueda arrebatarle la silla presidencial a los priístas, además de que el voto opositor se dividirá entre el PAN, PRD y MORENA.



Por lo anterior, todos los mexicanos deben salir a votar, porque al juego de los partidos opositores (que de alguna u otra forma siempre se prestan a ayudar al PRI) se le debe sumar el abstencionismo, el cual es el peor enemigo de la democracia y el tricolor hará todo lo posible que para los ciudadanos no voten.