MEADE SE DESMORONA POR CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD.


Por María Gil. 

Concluido el periodo de precampaña electoral, tenemos una fotografía estática y sin variaciones. Andrés Manuel López Obrador (AMLO), postulado por los partidos Morena, del Trabajo (PT), y Encuentro Social (PES), será un ganador indiscutible con 38 por ciento de la intención de voto, lo que le daría una ventaja de hasta 11 puntos sobre quien logre quedar en el segundo lugar.

El promedio de los resultados de las encuestas publicadas en este periodo indica que detrás de AMLO está Ricardo Anaya Cortés, postulado por el Frente que conforman el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) con el 27 por ciento. En un tercer casillero se encuentra José Antonio Meade, precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Verde Ecologista de México (PVEM) con 22 por ciento.

Andrés Manuel López Obrador llegó a su tercera contienda con 63 años de edad. Es el mayor de los precandidatos (Ricardo Anaya tiene 38, José Antonio Meade tiene 48, Margarita Zavala tiene 50), pero el mejor posicionado. Al dar a conocer su ejercicio, Reforma expuso que el líder de Morena concentra una preferencia de voto de 34 por ciento entre los electores de 18 a 29 años, de 32 por ciento entre los de 30 a 49 y de 27 por ciento entre los mayores de 50.

Con tales resultados, la victoria no tendría parangón. La imagen adquirida por las casas encuestadoras en estos momentos cuando la precampaña se agota, supera con creces los márgenes de triunfo de las elecciones pasadas. En 2000, Vicente Fox Quesada tuvo 6.48 puntos porcentuales de diferencia; en 2006, ganó con menos de un punto porcentual; y en 2012, Enrique Peña Nieto (EPN) se convirtió en Presidente con siete puntos porcentuales.

En ninguna de las encuestas realizada en este periodo hubo cambio de posiciones frente a la preferencia de voto del electorado. AMLO quedaba a la cabeza, le seguía Ricardo Anaya Cortés y en tercer sitio aparecía José Antonio Meade Kuribreña. De los independientes, la imagen siempre mostró a Margarita Zavala con más ventaja, seguida por Jaime Rodríguez Calderón y Armando Ríos Piter, quienes empataron.

Los comicios por efectuarse este año serán los más grandes de la Historia. Se elegirán tres mil 407 puestos, un número que no tiene precedentes. Se votará por ocho Gobernadores, un Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, 972 diputados locales, mil 597 ayuntamientos, 184 concejales y 16 alcaldías

La legislación electoral mexicana brinda un periodo de 60 días como precampaña. Se trata de un preámbulo al proceso que el artículo 227 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) define como “El conjunto de actos que realizan los partidos políticos, sus militantes y los precandidatos a candidaturas a cargos de elección popular”.

Conforme los hicieron públicos, esta casa editorial dio a conocer los resultados de los ejercicios demoscópicos de Buendía & Laredo, Consulta Mitofsky, Grupo Reforma, el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), una atribuida a la Presidencia de la República (Los Pinos se deslindó de ella) y otra de El Heraldo de México. Para cada una, con excepción de la adjudicada a la Presidencia y la de El Heraldo de México, se hizo la aclaración que durante 2012, estas empresas mostraron resultados muy lejanos a lo que ocurrió en la votación.

Hace seis años, indicaron que Enrique Peña Nieto, postulado por la coalición del PRI y el Verde Ecologista, ganaría con por lo menos 11 y hasta 20 puntos porcentuales. Ganó, pero con 6.5 por ciento.

Milenio GEA-ISA le dio a Peña Nieto un margen de victoria de entre 11 y 18 puntos por encima de López Obrador. Grupo Reforma, en su conteo rápido, se equivocó por 20.62 puntos porcentuales -daba empate técnico entre AMLO [PRD] y Josefina Vázquez Mota [PAN], quienes vencían a EPN [PRI]-. Buendía & Laredo erró por 16.31 puntos. Y Mitofsky adelantó que el priista ganaría por 23.3 puntos sobre Vázquez Mota.

Ahora, las mismas casas presentan un paisaje en el que ganaría López Obrador en un proceso que no desembocaría en impugnaciones como en 2006 y 2012. Es decir, no habría la petición de “voto por voto”. Esa es la foto hoy. Las encuestadoras reproducen el momento en que fue levantada la opinión, como si se tratara de una instantánea. En el desarrollo del proceso electoral esa instantánea puede no ser la misma conforme avanza la campaña.

LA CAÍDA DE MEADE. 

La caída de la preferencia hacia José Antonio Meade Kuribreña ocurrió más entre diciembre de 2017 y enero de este año. A la par de su campaña el precandidato de la coalición “Todos por México” ha tenido que responder a acusaciones de malversación de fondos del equipo de Gobierno emanado del Partido Revolucionario Institucional al que perteneció, así como a diversos actos de corrupción que no han sido resueltos por el gobierno de EPN. 

Por ejemplo, en varios estados del país como sucede en Hidalgo, se encuentran procesos abiertos por el otorgamiento furtivo de notarias de diversos gobernadores en los cuales el estado mexicano ha buscado a toda costa que persista la corrupción. Así mismo,  en casi todas las entidades federativas existen investigaciones por desvíos de recursos y diversos atracos que le agravaran el panorama al PRI, por la incapacidad del gobierno para que se imponga el estado de derecho por encima de la impunidad, la cual opera en contra de la credibilidad deMeade. 

Sin embargo, hay un dato en el que el candidato del PRI-PVEM sí incrementó: el conocimiento de su candidatura. Según Mitofsky para El Economista, en enero de 2018, el hombre ungido por el PRI es más conocido ahora que antes de la precampaña en 30 por ciento, al pasar del 57.7 por ciento al 87.7 por ciento. Pero el mismo ejercicio expuso que los comentarios adversos crecieron respecto a Meade en 13.9 por ciento.