Acuerdos de San Andrés, parteaguas de los derechos económicos, sociales y culturales en México.



Alonso Quijano
22/02/21

Desde que irrumpieron públicamente el 1 de enero de 1994 tomando por las armas las principales ciudades de Chiapas y declarando la guerra al mal Gobierno mexicano, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) dio muestras de que representaba un proyecto distinto y alternativo no sólo del sistema político liberal sino incluso de las guerrillas latinoamericanas.

Su proyecto político alternativo y de confrontación con el actual sistema político y económico quedó plasmado claramente en la primera Declaración de la Selva Lacandona donde plantearon 11 demandas básicas para los pueblos indígenas y para toda la sociedad mexicana: trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz.

Desde su irrupción armada, y luego en la primeras negociaciones en la catedral de San Cristóbal de las Casas y en su tránsito hacia constituirse como comunidades que se autogobiernan, el neo zapatismo desplegó una pedagogía política que confirmaba su coherencia entre su discurso y sus actos.

Un buen ejemplo de esta pedagogía política alternativa son los Acuerdos de San Andrés que el EZLN firmó con el Estado mexicano, representado en ese entonces por el Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, que terminó traicionando su palabra y su firma al incumplir dichos acuerdos.

El pasado 16 de febrero se cumplieron 25 años de la firma de los Acuerdos de San Andrés y la fecha es una buena oportunidad para recordar la importancia de dicho documento y lo que representaron y siguen representando no sólo para las comunidades mayas organizadas en torno al EZLN sino como horizonte de lucha y emancipación para las comunidades y pueblos indígenas de todo el país.

Los diálogos de San Andrés, llamados así por el pueblo de Chiapas donde se llevó a cabo la negociación, contemplaban cuatro temas: 1) Derechos y cultura indígenas; 2) democracia y justicia; 3) bienestar y desarrollo y finalmente; 4) derechos de la mujer en Chiapas. Al final sólo se alcanzaron acuerdos sobre “Derechos y cultura indígenas”, y el resto de los temas y acuerdos no alcanzaron a discutirse. El compromiso del Gobierno federal es que lo acordado en San Andrés se traduciría en cambios constitucionales para que los derechos de los pueblos indígenas fueran reconocidos y respetados.

En este orden de ideas, los acuerdos de San Andrés, representan un parteaguas en el garantismo de los derechos económicos, sociales y culturales en México, ya que a partir del levantamiento zapatista se comenzaron a respetar este tipo de derechos en nuestro país, inclusive motivó una reforma constitucional, si embargo todavía queda un largo camino que recorrer en nuestro país, para lograr el respeto de los derechos de nuestros pueblos originales.