Una historia breve del Estado benefactor y liberal en la construcción de dos tipos de estado.



08/02/21

En el siglo XX el Estado Benefactor cumplía las características de ser el aparato que intervenía en la economía, educación, salud e implementaba programas sociales. Cien años después, todo cambió, pues los gobiernos enfocaron al Estado a un libre comercio, además de reducir el apoyo de los programas sociales y la intervención del Estado en la economía y la sociedad. Entonces ¿Qué es el Estado? Y ¿Qué tipo de estado tenemos en la actualidad?

El Estado es un ente encargado de proveer soluciones ante las problemáticas que se presentan en la sociedad, también un agente interventor en las fallas que el mercado no pueda solucionar. Para Weber, “el Estado es la entidad que reclama para sí el ejercicio único y exclusivo de la autoridad sobre un territorio determinado”. Por ello, es que el estado nace como respuesta a las fallas del mercado y la sociedad, pues el estado seria quien resolvería las problemáticas que se presentaran en un territorio determinado.

¿Cómo lo haría? A través del Gobierno, estableciendo las reglas para una sana convivencia. Sin embargo, con el llamado estado liberal y su implementación en los países de primer mundo, cambiaron los papeles y ahora el estado era quién debía ajustarse al mercado y su intervención sería lo menor posible.

Es importante dejar claro que, el gobierno es el conjunto de estructuras que tienen a cargo los asuntos de la toma de decisiones de las políticas públicas a implementar. Y este es conformado por funcionarios electos en sentido democrático.

Por ejemplo, un estado con características de benefactor es el Gobierno Federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador 🧓🏽, y un estado con características liberales es el Gobierno Estatal de Omar Fayad Meneses 👨🏻

El primero ha implementado una serie de programas sociales para paliar los problemas económicos de las personas más vulnerables, el segundo, a despilfarrar el dinero de los contribuyentes en obras que sólo están hechas para automovilistas y cero que ver con los transeúntes.

Evidentemente son dos ideologías contrapuestas, la de rasgos socialistas y la de rasgos liberales.

Sin temor a ser llamada keynesiana, el estado benefactor o interventor puede ser la solución a la crisis económica y el gasto social sería una inversión productiva. Pues al beneficiar a la población con programas de salud, de vivienda, con leyes para la regulación de los salarios etcétera mejoraran de manera considerable sus necesidades básicas y con ello se presentaran nuevas necesidades que les permitan no sólo trabajar para comer, sino también para ser productivos y elevar el producto interno bruto.

Si bien es cierto que ambos gobiernos tienen características correspondientes a los dos tipos de estado ya mencionados, no está demás recalcar que tienen la tarea fundamental de seguir trabajando por la ciudadanía, porque sin ella no podría seguirse el protocolo para hacer funcionar el régimen democrático del que formamos parte.