Caciques de la huasteca hidalguense brincan a morena por conveniencias.



Julio Gálvez

La Huasteca Hidalguense es una región rica en recursos naturales, cultura y tradiciones; sin embargo, ha sido testigo de un fenómeno preocupante en su escenario político: los caciques locales, históricamente vinculados al PRI y a prácticas de poder, así como corrupción, ahora han encontrado en Morena una plataforma para mantener y buscar sus privilegios y conveniencias personales. 

Estos caciques se apoderaron de los gobiernos municipales y hundieron a la huasteca en la miseria, ellos decidían quienes eran políticos e incluso monopolizaron la economía de la región, al impedir el libre mercado y la entrada de la iniciativa privada, por establecer sus propios negocios; sin embargo, ahora apoyan a morena.

Este cambio de bandera política revela una falta de compromiso con los verdaderos intereses de la población y pone en entredicho la lucha por una auténtica transformación social.

Durante décadas, los caciques de la Huasteca Hidalguense han ejercido un control dominante sobre la política y la económica local, utilizando su influencia para asegurar beneficios personales y mantener su poder. Estos líderes, caracterizados por su opacidad y falta de rendición de cuentas, han sido objeto de críticas y repudio por parte de la ciudadanía, incluso han sido señalados en investigaciones judiciales las cuales nunca han prosperado.

Sin embargo, con la llegada de Morena al poder y su discurso enfocado en la transformación social y la justicia, algunos de estos caciques han encontrado una nueva oportunidad para mantener sus privilegios. Aprovechando el atractivo que representa el partido en la región, han decidido cambiar de bando, abandonando partidos tradicionales y sumándose a Morena con la esperanza de asegurar su influencia y mantener sus redes de poder.

Este cambio de lealtades políticas ha generado un profundo escepticismo entre la población. Aquellos ciudadanos que anhelaban un cambio verdadero en la Huasteca Hidalguense ven con decepción cómo aquellos que históricamente han sido señalados como responsables de la corrupción y el abuso de poder ahora encuentran cobijo en Morena. La lucha por la justicia social y la transformación se ve socavada por aquellos que solo buscan perpetuar sus privilegios.

La relación entre los caciques locales y Morena no solo plantea interrogantes sobre la verdadera intención del partido, sino también sobre la falta de filtros y controles internos que permiten la inclusión de personajes cuestionables en sus filas. Esta situación pone en duda la coherencia y la autenticidad de la lucha por la transformación social que Morena representa, y plantea la necesidad de un escrutinio más riguroso en la selección de sus representantes.

El apoyo de los caciques de la Huasteca Hidalguense a Morena en busca de sus privilegios y conveniencias personales representa una afrenta a los verdaderos ideales de transformación social y justicia que se han promovido en la región. Este cambio de bandera política pone en duda la autenticidad del compromiso de algunos líderes locales con el bienestar de la población y socava los esfuerzos por construir una sociedad más justa y equitativa.

Es imperativo que la ciudadanía de la Huasteca Hidalguense se mantenga alerta y exija una mayor transparencia y rendición de cuentas por parte de aquellos que buscan representarlos, incluso las auditorías ciudadanos son una buena opción para desenmascarar a estos caciques.

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En la fotografía observamos a Simey Olvera secretaria de desarrollo en Hidalgo, supuestamente morenista de base, quien se saca fotos con caciques, juniors y priistas como si fueran sus ídolos.