Gatopardismo y doble moral en el Gobierno de Hidalgo.



Julio Gálvez

En la compleja dinámica de la política mexicana, es lamentablemente común encontrar ejemplos de gatopardismo y doble moral. Estos dos términos parecen haber encontrado un nuevo escenario en el gobierno de Menchaca en el estado de Hidalgo, donde las contradicciones entre las acciones y las palabras se vuelven cada vez más evidentes.

El caso de la "estafa siniestra" y el presunto saqueo del erario para favorecer una posible candidatura de Israel Félix, bajo la protección del ex gobernador Omar Fayad, no solo pone en entredicho la integridad de los involucrados, sino también la sinceridad del nuevo gobierno. Aunque se proclame la investigación de estos actos irregulares, la conexión entre las figuras políticas sugiere una red de intereses compartidos que va más allá de las declaraciones oficiales.

En este escenario, la relación entre Omar Fayad y Menchaca se torna particularmente intrigante. A pesar de que los reportes sugieren una cooperación amistosa, la pregunta que surge es si esta colaboración se basa en un compromiso genuino con el bienestar del estado o si simplemente es un ejemplo más de la adaptación del poder según las conveniencias del momento.

La ironía se acentúa aún más cuando se considera la historia política de Hidalgo. La alternancia en el poder, que marcó el fin de 94 años de control del PRI, debería haber representado un triunfo para el voto ciudadano. No obstante, los indicios de gatopardismo, esa estrategia que busca cambiar algo para que todo siga igual, ponen en duda la veracidad de esa transición. Si la clase política privilegiada ha encontrado formas de mantener sus intereses intactos bajo la apariencia de un cambio, ¿Realmente ha sido el pueblo quien ha decidido?

El voto popular debería ser el motor que impulse la transformación y la representación auténtica en la democracia. Sin embargo, en casos como el que se vive en Hidalgo, el riesgo de que las promesas de cambio sean solo eso, promesas, se vuelve evidente. La doble moral y el gatopardismo solo contribuyen a socavar la confianza en las instituciones y en quienes tienen la responsabilidad de liderar con integridad.

En última instancia, la verdad detrás de estas situaciones complejas puede ser difícil de discernir. Sin embargo, es fundamental que los ciudadanos se mantengan alerta y exijan transparencia y responsabilidad a sus líderes. Solo así se podrá aspirar a un sistema político que refleje genuinamente las necesidades y deseos de la sociedad, en lugar de perpetuar una dinámica de poder encubierta bajo la máscara del cambio superficial.

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En la foto observamos al Presidente de Mineral de la Reforma (PRI), Israel Felix y su esposa, abrazando a la secretaria de turismo del gobierno de Menchaca en Hidalgo (Morena). En Hidalgo no hay izquierda ni derecha todos son lo mismo.