Atole con el dedo para los mexicanos, nueva versión del gobierno de AMLO criminaliza a los normalistas, señalan padres de los estudiantes.
Alonso Quijano.
Nueve años han pasado desde la dolorosa desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, un episodio que marcó profundamente a México y al mundo entero. A lo largo de estos años, las familias de las víctimas han luchado incansablemente en busca de respuestas y justicia. Y aunque la esperanza a veces parecía desvanecerse, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha dado un giro en la investigación al volver a abrazar la versión conocida como la "verdad histórica".
Durante mucho tiempo, la "verdad histórica" se mantuvo como la narrativa oficial sobre la desaparición de los estudiantes. Esta versión sostenía que los jóvenes habían sido secuestrados por miembros del grupo delincuencial Guerreros Unidos, quienes los habrían confundido con rivales de un grupo rival. El entonces Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, había sido el rostro de esta teoría, argumentando que los estudiantes fueron asesinados y sus restos incinerados en un vertedero de basura en Cocula, Guerrero.
Sin embargo, bajo el gobierno de AMLO, esta narrativa fue cuestionada y se prometió una nueva investigación que arrojaría una "verdad distinta". Las familias de las víctimas y muchos mexicanos albergaron la esperanza de que finalmente se esclarecería lo que había sucedido realmente.
Sin embargo, con el tiempo, las promesas de una verdad diferente se disolvieron en un mar de incapacidad, ambigüedad y confusión. En lugar de presentar pruebas concretas que respaldaran una versión alternativa, algunos críticos argumentan que se ha visto a políticos utilizar el caso Ayotzinapa como un arma política, prometiendo una verdad diferente solo para obtener ventaja política.
En este contexto, el gobierno de AMLO ha dado un paso atrás, volviendo a respaldar la "verdad histórica". Esta decisión ha desatado un torrente de críticas y desconfianza, especialmente por parte de las familias de los 43 estudiantes desaparecidos, ya que criminaliza a los normalistas conforme a las versiones de Murillo Karam.
La pregunta que persiste en la mente de muchos es si el regreso a la "verdad histórica" realmente traerá justicia para las víctimas y sus familias. La versión oficial anterior ha sido objeto de controversia y dudas, y la reincorporación de esta narrativa plantea interrogantes sobre la voluntad real del gobierno de AMLO de resolver este caso de una vez por todas.
En última instancia, nueve años después de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la deuda con las familias sigue pendiente y no se olvida. Las promesas de una verdad diferente han quedado en el aire, y el regreso a la "verdad histórica" plantea más preguntas que respuestas. Lo que queda claro es que el sufrimiento de las familias de las víctimas persiste, y la lucha por la verdad y la justicia continúa.
Por lo anterior, nada más falta que liberen y le ofrezcan una disculpa a Murillo Karam por la incapacidad del gobierno, ya que después de 9 años salieron con lo mismo.
