México y el BRICS, una estrategia política revelada.



Jorge Montejo

El panorama geopolítico y económico mundial está experimentando cambios significativos, y México está emergiendo como un actor clave en este escenario en constante evolución. Un factor determinante en este proceso es la creciente influencia del grupo BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que ahora representa un impresionante 43% de la producción global de petróleo, superando a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC), que se encuentra rezagada con un 38%. Este cambio en la balanza está dando forma a un nuevo orden mundial.

La pregunta que surge es: ¿Cómo sabía el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), lo que iba a suceder? Examinando su mandato desde 2018, se revela una estrategia clara y calculada que lo coloca en posición de aliado de China. En un movimiento audaz, AMLO dio inicio a una serie de iniciativas destinadas a consolidar las relaciones económicas con China, asegurar la autonomía energética y revivir la industria petrolera mexicana, a través de PEMEX.

Una de las medidas más destacadas ha sido el impulso a la construcción de refinerías, como la ambiciosa refinería de Dos Bocas y la modernización de la de Tula. Sin embargo, la adquisición de la refinería Deer Park en Texas, Estados Unidos, se erige como prueba irrefutable de la alianza estratégica con China. Esta movida estratégica no solo garantiza el suministro de energía, sino que también fortalece los lazos económicos bilaterales.

AMLO también ha demostrado visión con el Tren Transítsmico, un proyecto estratégico destinado a desplazar a el Canal de Panamá. Esta iniciativa tiene el potencial de alterar significativamente las rutas comerciales y consolidar la posición de México como un centro logístico vital en la región.

Una consecuencia palpable de estas políticas es el aumento del "nearshoring" en México, una tendencia que impulsa a las empresas a trasladar sus operaciones más cerca de Estados Unidos. Este fenómeno está reforzando la economía mexicana y podría situar al país como una potencia económica en el escenario post-pandemia, en el marco de este nuevo orden mundial.

En resumen, México se ha convertido en un jugador estratégico en el contexto del BRICS y el cambio de orden mundial. La visión de AMLO y sus acciones con respecto al petróleo, la energía y las infraestructuras clave están reconfigurando el mapa geopolítico y económico en un momento de transformación global. El futuro se presenta prometedor para México en este escenario en constante cambio, y su papel en el BRICS podría ser determinante en la era que se avecina.