Más de lo mismo.


Gobierno de Hidalgo continúa contratando con los empresarios favoritos del priismo.

#Investigación🔬| Julio Gálvez.

En el estado de Hidalgo, la escena política se desenvuelve en un ambiente de expectación y escepticismo. La promesa de transformación bajo el gobierno de Morena, encabezado por el gobernador Julio Menchaca, parece estar cuestionada, ya que diversas voces afirman que el gatopardismo, esa famosa expresión que define cambiar algo para que todo siga igual, está en juego.

Uno de los puntos más críticos en este debate sobre la transformación real es la persistencia de la preferencia gubernamental por ciertas empresas, muchas de las cuales fueron favorecidas durante la administración anterior priista de Fayad. Un caso que destaca es el de "Insumos y Suministros Especializados de Hidalgo, S.A de C.V.", una empresa que ha recibido múltiples adjudicaciones en distintas dependencias del Estado, lo que ha generado inquietudes sobre la verdadera intención de la transformación gubernamental en Hidalgo.

El DIF Estatal de Hidalgo es uno de los ejemplos más reveladores de esta tendencia. En 2022, otorgaron un contrato a esta empresa para la provisión de desayunos en frío y caliente para niños, una iniciativa loable sin duda. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, en 2023, se renovó el contrato para el mismo propósito. Más allá de la necesidad de alimentar a los niños, surge la pregunta sobre la justificación de la continuidad de esta contratación. 



Lo que hace que este caso sea aún más intrigante es el vínculo de Javier Barrera Neri, ex director del archivo de notarías de Hidalgo, con su hermano Carlos Alberto Barrera Neri, quien figura como representante de la empresa en cuestión. En un patrón que se repite año tras año, esta dependencia le otorga contratos que rondan de los 12 millones de pesos a 95 millones de pesos anuales. ¿Es esto un claro ejemplo de continuismo?

La Secretaría de Salud y la Secretaria de Seguridad del estado tampoco se quedan atrás en esta tendencia. De 2019 a 2023, las mismas empresas  han sido contratadas para proporcionar desayunos. La pregunta que emerge de manera ineludible es si la supuesta transformación en Hidalgo es realmente un cambio significativo o simplemente una repetición de antiguas prácticas.



Este caso de una empresa aparentemente favorecida por el gobierno de Fayad, que continúa recibiendo contratos en diferentes dependencias bajo la administración de Morena, plantea cuestionamientos cruciales sobre el rumbo de Hidalgo. ¿Es este un verdadero proceso de transformación o simplemente una simulación del gatopardismo? 

La ciudadanía hidalguense merece respuestas claras y la transparencia necesaria para comprender los motivos detrás de estas decisiones gubernamentales. En última instancia, será el pueblo quien juzgue si las promesas de cambio se están cumpliendo o si la situación se mantiene inalterable.