En el gabinete del gobierno de Hidalgo y en Morena se observa gente de Osorio Chong.
Jorge Montejo.
En el complejo y a menudo intrincado mundo de la política mexicana, las estrategias y movimientos detrás de escena pueden tejer tramas dignas de una novela de suspenso. En Hidalgo, un estado con una rica tradición política, se ha desatado una controversia que plantea preguntas inquietantes sobre la manipulación y el oportunismo en el escenario político local.
La estrategia que se está cuestionando se centra en una presunta inversión de dinero por parte de los conservadores en las campañas de Morena, con la finalidad de apoderarse del partido y destruirlo desde adentro con diversos Caballos de Troya. Este intrigante proceso habría sido posible gracias a la colaboración de figuras clave dentro de Morena en Hidalgo, lo que ha generado críticas y descontento entre las bases del movimiento.
Dicha infiltración la podemos observar en la SEPH, donde uno de los operadores de Chong fue designado secretario de educación. Natividad Castrejón, laboró como chalán en la SEGOB para el ex gobernador de Hidalgo, durante el sexenio de EPN y ahora busca un cargo de elección popular en la 4T.
Por su parte, Abraham Mendoza Zenteno, quien ocupó el cargo de presidente de Morena en Hidalgo, ha sido señalado como una de las figuras clave en esta estrategia. Se le acusa de cerrarle la puerta a las bases de izquierda por permitir la entrada de priistas a Morena a cambio de recursos financieros, en detrimento de la esencia y principios del movimiento. La entrada de grupos como el denominado "Grupo Universidad" habría sembrado dudas sobre la verdadera intención de algunos de los involucrados.
La estrategia de infiltración y cooptación se ha manifestado en otros casos notables. La senadora priista Nuvia Mayorga, vinculada al influyente grupo político de Osorio Chong, es un ejemplo que ha llamado la atención. Se especula que la llegada de Mayorga a la 4T a través del PVEM, se habría facilitado a través de negociaciones financieras o acuerdos políticos poco claros.
Es decir, se tiene la teoría de que diversos ex priistas influyentes pactaron entregar recursos para la gubernatura de Hidalgo, a cambio de posiciones políticas al interior de Morena, situación que ha generado un desplazamiento de las bases de izquierda de ese partido.
El delegado de Morena en Hidalgo, César Cravioto, ha estado en el centro de esta controversia. Se le acusa de negociar con figuras externas al partido 💰, lo que ha generado inquietud entre los morenistas de base. La preocupación radica en que esta estrategia podría conducir a que individuos y grupos con motivaciones ajenas a la visión original al proyecto de nación ejerzan influencia dentro del partido.
El delegado de Morena en Hidalgo, César Cravioto, ha estado en el centro de esta controversia. Se le acusa de negociar con figuras externas al partido 💰, lo que ha generado inquietud entre los morenistas de base. La preocupación radica en que esta estrategia podría conducir a que individuos y grupos con motivaciones ajenas a la visión original al proyecto de nación ejerzan influencia dentro del partido.
La polarización y las tensiones entre diferentes facciones políticas son una constante en la vida democrática de México. Sin embargo, lo que resulta preocupante es que, en medio de estas tensiones, la estrategia de infiltración y manipulación financiera pueda socavar la integridad de un partido como Morena, que surgió como un movimiento de cambio y transformación.
El futuro de Morena en Hidalgo, como en otros lugares, depende en última instancia de la vigilancia constante de sus miembros y simpatizantes, así como de la capacidad de discernir entre aquellos que genuinamente abrazan sus principios y aquellos que buscan fines personales. La política, como siempre, sigue siendo un escenario en constante evolución, donde las intrigas y las estrategias oscuras no siempre se alinean con los mejores intereses de la ciudadanía.