Legítima aspiración de Herrera por la presidencia de Pachuca.



Julio Gálvez

La lucha por la democracia en Hidalgo ha sido una constante en la historia política de la región. La izquierda, en su afán de desafiar la dictadura del PRI y el neoliberalismo arraigado, ha encontrado rostros valientes, como la familia Herrera y su Fundación Herrera Cabañas, quienes han abrazado la revolución de las consciencias en su búsqueda ideológica por un Hidalgo democrático.

En una época donde los partidos de oposición cedían y la represión del gobierno priista era palpable, la izquierda avanzaba poco a poco; por ejemplo, el fundador de Nuevo Gráfico, Don Julio Gálvez Méndez, enfrentó adversidades, llegando incluso a la cárcel por cuestionar el poder establecido. La crítica, representada en artículos como "Ali Babá y los Cuarenta Ladrones", denunciaba la corrupción del gobernador Sánchez Vite y su gabinete.

Cada quien desde sus trincheras e incluso en escalas mayores, la despenalización del aborto, generó una revolución de las consciencias dentro de la sociedad, en donde la izquierda hidalguense siempre estuvo presente. 

De esta forma, con luchas dispersas en la Huasteca por la tenencia de la tierra y triunfos en Tula, donde por primera vez un partido de oposición emergió victorioso, la izquierda tejía su camino hacia la democracia, buscando generar alternancia en el poder y erradicar el dominio del PRI.

La disciplina y unión de la izquierda con AMLO (para que no sucediera lo de Coahuila) marcó un hito en la búsqueda de alternancia en Hidalgo. Sin embargo, la llegada del gobierno morenista abrió sus puertas a caciques, juniors y exprianistas, traicionando la esencia transformadora de la izquierda. Líderes fueron seducidos con puestos gubernamentales de bajo calado, desactivando así el movimiento que buscaba erradicar el "capitalismo de cuates".

En este escenario, Hidalgo experimenta el gatopardismo, donde los privilegiados de siempre se camuflan bajo la bandera de la izquierda en Morena, perpetuando sus beneficios. La difícil tarea de borrar 94 años de mentalidad priista, caracterizada por la falta de ideología política y la hipocresía en el gobierno, es un desafío que persiste.

En medio de esta vorágine, la aspiración de Tonatiuh Herrera para la presidencia de Pachuca emana como legítima. A pesar de la traición sufrida en la izquierda, la unidad debe mantenerse como el único camino viable para alcanzar el anhelado cambio verdadero.

Elena Poniatowska, en una entrevista para este medio, alguna vez subrayó la importancia de la unidad en la izquierda, por lo que existe respaldo a la aspiración de Herrera, un conocedor de la historia y las necesidades de Pachuca, quien con su fundación ha contribuido a fomentar la cultura. 

En su travesía, la izquierda hidalguense que sabía de antemano que iba a ser traicionada (por la derecha en su intento desesperado de frenar el cambio), persiste en su búsqueda incansable por la verdadera democracia, ya que también se viven tiempos de definiciones en Hidalgo. Unos irán por los puestos-dinero que ofrece la derecha y otros por los valores, principios e ideales.