Drones Espías de la CIA en México: La Guerra Secreta de Trump Contra los Cárteles



Jorge Montejo

La CIA, bajo la administración del presidente Donald Trump, llevó a cabo misiones secretas con drones MQ-9 Reaper sobre México para espiar a los cárteles de la droga, según revelaron a CNN varios funcionarios actuales y anteriores. Esta operación, hasta ahora desconocida, forma parte de la estrategia de Trump para reorientar los activos de seguridad nacional hacia la frontera sur de Estados Unidos y tratar a los cárteles transnacionales como organizaciones terroristas.

Los drones MQ-9 utilizados en estas misiones no estaban armados en ese momento, aunque tienen la capacidad de ser equipados con armamento de precisión, lo que ha llevado a algunos funcionarios a especular que esta estrategia podría haber sido el primer paso para justificar ataques directos de Estados Unidos contra cárteles y sus laboratorios en territorio mexicano. No es la primera vez que la CIA utiliza drones para la vigilancia de grupos criminales dentro de México; en el pasado, ya existían programas en colaboración con las autoridades mexicanas. Sin embargo, los vuelos recientes fueron comunicados al Congreso a través de una notificación reservada para programas encubiertos, lo que sugiere que representaban una escalada en la estrategia estadounidense contra el narcotráfico.

La CIA no hizo comentarios específicos sobre estas operaciones con drones, pero un portavoz aseguró que contrarrestar a los cárteles de la droga en México y en la región era una prioridad dentro de los esfuerzos de la administración Trump para combatir el narcotráfico. Mientras tanto, la revelación de estas misiones llega en un momento de mayor tensión entre los gobiernos de Estados Unidos y México. Funcionarios mexicanos han cuestionado el aumento de aviones espía militares estadounidenses volando cerca de la frontera en las últimas semanas. Ante esto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha enfatizado la importancia de la soberanía nacional, aunque reconoció que estos vuelos han ocurrido en espacio aéreo internacional.

El ministro de Defensa, Ricardo Trevilla, declaró que no estaba al tanto de estos vuelos y advirtió que no se puede descartar el espionaje, ya que se desconoce exactamente lo que se hizo. Sin embargo, aclaró que no hubo una violación del espacio aéreo nacional. A diferencia de estos vuelos en la frontera, las misiones de drones MQ-9 de la CIA sí han ingresado en territorio mexicano sin que el gobierno de México haya dado declaraciones al respecto.

El uso de estos drones es una pieza clave en la estrategia de la administración Trump, que desde el inicio de su mandato trabajó para trasladar autoridades y recursos originalmente destinados a la lucha contra el terrorismo a la persecución de cárteles a lo largo de la frontera y dentro de México. Un documento interno de la transición de Trump, titulado “Plan de Acción de la Agencia 2025”, ya señalaba la necesidad de reprogramar los recursos antiterroristas para combatir el narcotráfico, tratando la lucha contra los cárteles de la misma forma en que se enfrentaba al terrorismo.

Trump había manifestado abiertamente su disposición a usar la fuerza militar contra los cárteles de la droga. En 2019, declaró que Estados Unidos estaba listo para “hacer la guerra” contra estos grupos y, durante su primer mandato, incluso llegó a considerar enviar fuerzas de operaciones especiales a México. En enero de 2025, mientras firmaba una orden ejecutiva que pedía la designación de algunos cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, Trump fue cuestionado sobre la posibilidad de desplegar militares en México y respondió que “podría suceder”.

El entonces asesor de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz, fue un fuerte impulsor de esta idea. En 2023, como congresista, cointrodujo una legislación que autorizaba el uso de la fuerza militar contra los cárteles de la droga mexicanos. En respuesta a la orden ejecutiva de enero de 2025, el Departamento de Estado elaboró una lista de cárteles que consideraba debían ser designados como organizaciones terroristas extranjeras, aunque aún no se han hecho las designaciones formales.

Los cárteles comparten algunas características operativas con grupos terroristas, pero existen diferencias fundamentales. Mientras que los extremistas islámicos buscan el control territorial y político, los cárteles son organizaciones criminales con fines comerciales, sin una ideología clara. Además, su estructura está profundamente vinculada a actores dentro del gobierno mexicano, con quienes el ejército estadounidense colabora en iniciativas antinarcóticos.

El uso de drones de la CIA en México, sin consulta pública ni acuerdos oficiales con el gobierno mexicano, podría marcar un precedente preocupante en la relación bilateral. Mientras que el espionaje aéreo estadounidense sigue aumentando en la frontera, la revelación de estas operaciones encubiertas genera preguntas sobre hasta dónde llegó la estrategia de la administración Trump y si el gobierno mexicano tenía conocimiento de estos vuelos dentro de su territorio.